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Pronto se podrá utilizar la temperatura facial para el diagnóstico de enfermedades

Temperaturas faciales promedio de tres grupos de edad entre mujeres de 50 a 60 años./ Zhengqing Yu y Jing-Dong J Han

Un simple escaneo facial podría revelar cómo estamos envejeciendo y si estamos en riesgo de desarrollar ciertas enfermedades, según un reciente estudio realizado en China y publicado en Cell Metabolism.

Científicos entrenaron un programa de inteligencia artificial utilizando datos de temperatura facial de 2,811 participantes chinos, de edades entre 21 y 88 años. Descubrieron que los patrones térmicos faciales pueden ofrecer indicios sobre el «reloj biológico» de una persona. 

En particular, observaron que la temperatura de la nariz tiende a disminuir más rápidamente con la edad en comparación con otras áreas del rostro, mientras que la temperatura alrededor de los ojos tiende a aumentar. Estos hallazgos sugieren que aquellos con narices más cálidas y áreas oculares más frías podrían tener un reloj térmico facial que avanza más lentamente. 

Temperatura y salud 

La relación entre el perfil térmico facial y la salud es significativa: los investigadores encontraron que este perfil se vincula con factores de estilo de vida y salud metabólica. Por ejemplo, los individuos con diabetes mostraron un perfil térmico facial que parecía seis años mayor que sus pares saludables de la misma edad.

El modelo de aprendizaje automático demostró una precisión superior al 80% al predecir desórdenes metabólicos como la enfermedad del hígado graso o la diabetes, analizando automáticamente el mapa térmico facial de una persona. Los participantes con desórdenes metabólicos tendían a mostrar temperaturas más elevadas en el área de los ojos, en comparación con sus contrapartes sanas y de la misma edad y sexo.

Además, se observó que aquellos con presión arterial elevada presentaban temperaturas más altas en la zona ocular y las mejillas. Los hombres con hipertensión, en particular, tenían narices relativamente más frías.

“El reloj térmico está tan fuertemente asociado con enfermedades metabólicas que modelos previos de imagen facial no podían predecir estas condiciones”, comenta Jing-Dong Jackie Han, de la Universidad de Pekín. Los investigadores esperan que la imagen térmica facial se pueda aplicar en entornos clínicos para el diagnóstico temprano. 

Limitaciones 

Aunque las pruebas físicas de envejecimiento biológico suelen ser difíciles de realizar de manera rápida y asequible, la cara humana contiene “una riqueza de información” fácilmente accesible, según los investigadores.

Sin embargo, este estudio tiene limitaciones, ya que los datos se recopilaron exclusivamente de participantes en China, lo que plantea dudas sobre su generalización a otras poblaciones. 

Además, el calor emitido por el rostro puede verse afectado por el entorno y las emociones, motivo por el cual los participantes fueron fotografiados en una sala con temperatura controlada y en un estado de calma. 

Los experimentos 

Para investigar por qué las imágenes térmicas faciales cambian con la edad, los investigadores analizaron muestras de sangre y lecturas térmicas y tridimensionales faciales de 57 individuos sanos. Descubrieron que el aumento de la temperatura alrededor de los ojos y las mejillas se relaciona con una mayor actividad celular vinculada a la inflamación.

En otro experimento, pidieron a 23 participantes que saltaran la cuerda todos los días durante dos semanas. Al final del estudio, el grupo redujo su edad térmica en un promedio de cinco años, mientras que sus pares que no saltaron no mostraron diferencias significativas.

Aunque se requiere más investigación para confirmar y explicar estas asociaciones, los resultados son prometedores y el equipo continuará explorando si la imagen térmica facial puede predecir el envejecimiento saludable de otras maneras.

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