La helada luna de Júpiter, Europa, resiste un gran golpe de radiación día y noche. El planeta gaseoso azota la superficie del satélite con electrones y otras partículas, bañándola en radiación de alta energía.
Ahora, un nuevo estudio sugiere que esta radiación estaría produciendo algo increíble: que Europa brille en la oscuridad.
La investigación, realizada por un equipo de científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, fue publicada en Nature Astronomy.
Un satélite brillante
«La superficie de Europa experimenta continuamente altos flujos de partículas cargadas debido a la presencia del fuerte campo magnético de Júpiter», explican los investigadores en su artículo. «Estas partículas cargadas de alta energía, incluidos los electrones, interactúan con la superficie rica en hielo y sal, lo que da como resultado procesos físicos y químicos complejos».
En ese sentido, el actual estudio predice, por primera vez, cómo se vería el resplandor de la superficie de Europa. Teniendo en cuenta que los diferentes compuestos reaccionan diferente a la radiación, a simple vista, el resplandor del satélite a veces se vería verde y otras ligeramente azul o blanco.
Esto se sabe gracias a una técnica que se conoce como espectroscopia. Esta consiste en separar la luz en diversas longitudes de onda y conectar las distintas “firmas” a diferentes composiciones de hielo. La mayoría de las observaciones de este estilo observan la luz solar reflejada en el lado diurno del satélite, pero estos nuevos resultados nos dicen cómo se podría ver en la oscuridad.
«Pudimos predecir que este resplandor de hielo en la noche podría proporcionar información adicional sobre la composición de la superficie de Europa. La forma en que esa composición varía podría darnos pistas sobre si Europa alberga condiciones adecuadas para la vida», dijo Murthy Gudipati, autora principal del estudio.
Eso es porque Europa tiene un océano interior global masivo que podría filtrarse a la superficie a través de su gruesa corteza de hielo. Al analizar la superficie, los científicos pueden aprender más sobre lo que hay debajo.
En laboratorio
Anteriormente, otros estudios han inferido que la superficie de Europa podría estar hecha de una mezcla de hielo y sales comúnmente conocidas en la Tierra, como sulfato de magnesio y cloruro de sodio. La nueva investigación muestra que la incorporación (en laboratorio) de esas sales en el hielo de agua en condiciones similares a las de Europa produce un brillo.
La predicción no fue una gran sorpresa. Los científicos saben que al irradiar una superficie con electrones muy energéticos se produce luz. «Pero nunca imaginamos que veríamos lo que terminamos viendo», dijo Bryana Henderson de JPL, coautora de la investigación.
«Cuando probamos nuevas composiciones de hielo, el brillo se veía diferente. Y todos lo miramos un rato y luego dijimos: ‘¿Esto es nuevo, verdad? ¿Definitivamente es un brillo diferente?’ Así que lo apuntamos con un espectrómetro, y cada tipo de hielo tenía un espectro diferente”.
La próxima misión insignia de la NASA, Europa Clipper, que se lanzará a mediados de la década del 2020, observará la superficie del satélite en múltiples sobrevuelos mientras orbita Júpiter. Es posible que la información recopilada pueda ayudarnos a probar esta predicción.
«No es frecuente que estés en un laboratorio y digas: ‘Podríamos encontrar esto cuando lleguemos'», dijo Gudipati. «Por lo general, es al revés: vas allí y encuentras algo y tratas de explicarlo en el laboratorio. Pero nuestra predicción se remonta a una simple observación, y de eso se trata la ciencia».