No los percibimos pero, el fondo marino está lleno de sonidos. Los peces son, de hecho, animales parlanchines y, durante muchos años la producción de sonidos por parte de ellos ha sido reconocida Sin embargo, es bastante rara, si consideramos los sonidos emitidos por otros vertebrados. Y, aunque sabíamos que tenían la habilidad de expresarse con sonidos, nos hemos enfocado en estudiar otras formas de comunicación; por ejemplo, señales de color, lenguaje corporal, y hasta electricidad.
No obstante, estudios recientes revelan que los peces en los arrecifes de coral coordinan sus sonidos al amanecer y al anochecer. Como un coro de pajaritos, pero bajo el agua y sin plumas.
«Probablemente lo hemos pasado por alto porque los peces no se escuchan ni se ven fácilmente, y la ciencia de la comunicación acústica submarina se ha centrado principalmente en las ballenas y delfines«, admite Andrew Bass, neurocientífico evolutivo de Cornell.
Familias parlanchinas
En un reciente trabajo, Bass y sus colegas han analizado un vasto registro de descripciones anatómicas y grabaciones de sonido. De esa forma, identificaron varias características fisiológicas que permiten al grupo de peces con aletas radiadas (Actinopterygii) hacer una serie de ruidos sin cuerdas vocales.
Los actinopterigios son una clase de peces dominante, con más de 34 mil especies vivas descritas hasta la fecha. Estos han desarrollado una serie de estrategias que les ha permitido adaptarse a una serie de ambientes acuáticos, tanto marinos como de agua dulce.
Aparte de eso, «pueden rechinar los dientes o hacer ruidos de movimiento en el agua, y vemos una serie de especializaciones involucradas«, comenta Aaron Rice, ecólogo de la Universidad de Cornell.
«Probablemente, la adaptación más común son los músculos asociados con la vejiga natatoria. De hecho, los músculos de la vejiga natatoria del pez sapo (familia Batrachoididae) son los músculos esqueléticos de los vertebrados que más rápido se contraen. Estas son adaptaciones de alto rendimiento«.
En su trabajo publicado en Ichthyology & Herpetology, los investigadores explican que, de las 175 familias de actinopterigios, dos tercios se comunican usando sonidos. Esto es muchísimo más de la quinta parte que se estimaba anteriormente.
Voces del mar y la tierra
El análisis de los especialistas sugiere que este tipo de comunicación evolucionó independientemente, al menos, 33 veces en los peces. El lenguaje vocal habría aparecido hace alrededor de 155 millones de años, lo que coincide curiosamente con un particular evento terrestre. Por el mismo tiempo, los animales vertebrados terrestres también empezaron a vocalizar (de ese grupo venimos nosotros).
«Estos hallazgos resaltan la fuerte presión de selección que favorece la evolución de este carácter en los linajes de vertebrados«.
Ahora, te preguntarás sobre qué podrían hablar los peces. Quizá se pasen el día parloteando sobre comida, eventos sociales, parejas y sexo y, más importante aún, sobre el incremento de la temperatura en los océanos debido al calentamiento global. Quizá hasta ya tengan planificado qué hacer para sobrevivir al cambio climático. Fíjate tú mismo:
«Los peces hacen de todo. Respiran aire, vuelan, comen cualquier cosa y de todo. En este punto, nada más me sorprendería de los peces y los sonidos que pueden hacer», declaró Rice.
Impresionante todo lo que nos falta por descubrir sobre otras especies.