En los últimos meses han aparecido una serie de variantes del SARS-CoV2 que preocuparon a las autoridades sanitarias del mundo. Aun así, una reconocida inmunóloga de la Universidad de Harvard ha asegurado que las vacunas actuales parecen ser lo suficientemente efectivas para poner fin a la pandemia de COVID-19.
Galit Alter, inmunóloga, profesora de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard y el Instituto Ragon de MGH, MIT y Harvard, habló durante una sesión informativa al mediodía del miércoles por el Consorcio de Massachusetts sobre la preparación de patógenos (MassCPR).
Alter mencionó que la variante del Reino Unido da la impresión de evadir cierta protección de la vacuna, y la variante sudafricana aún más. A pesar de eso, afirmó que ninguno ha escapado por completo a las respuestas inmunitarias post-vacunación del cuerpo.
Otros anticuerpos
Esto debido a que se ha enfocado bastante en cómo los anticuerpos aumentados después de la vacunación atacan la proteína de pico del virus. Sin embargo, el sistema inmunológico tiene una serie de otras defensas que la vacuna también moviliza, incluidos los anticuerpos que atacan otras partes del virus.
Asimismo, las vacunas movilizan las células T, las cuales atacan a las células infectadas y secuestradas por el virus para poder replicarse. Todo esto significa que en realidad tenemos mecanismos de respaldo muy importantes integrados en nuestras vacunas que continuarán brindando protección contra estas variantes emergentes.
Alter, dijo que incluso si la efectividad de las vacunas más efectivas cae al 70% desde el 95%, el mundo todavía puede generar inmunidad colectiva. Este es un camino seguro capaz de poner fin a la pandemia.
“Vemos que la inmunidad conferida por la vacuna esencialmente puede limitar por completo la aparición de cualquier infección en la población”, menciona Alter. “Estos datos nos dan la esperanza de que incluso teniendo vacunas con menos del 95% de protección contra estas variantes emergentes, la luz al final del túnel se acerca”.
No será fácil
Eso no significa que el camino por delante va a ser fácil, señaló Alter. El menor nivel de efectividad contra las variantes se traduce en más personas que tendrán que ser vacunadas para lograr los mismos efectos protectores en la población.
Estimaciones anteriores basadas en vacunas altamente efectivas sostenían que del 50% al 60% de la población tendría que ser vacunada para crear efectos de rebaño. Con una efectividad del 70%, dijo, el umbral se elevará aproximadamente a 75%, significativamente más alto, pero aun así alcanzable.
No obstante, aparte de ese escenario esperanzador, hay otro que es preferible a la continuación de la ola actual de enfermedades y muertes generalizadas. Las vacunas reducen en gran medida la enfermedad grave y la muerte, por lo tanto, una campaña de vacunación que elimine los casos más graves significaría países con casos leves y asintomáticos.
Algo similar ocurre con el resfriado común. En ese caso, según Alter, aunque el virus no se eliminaría, su efecto se atenuaría lo suficiente como para que la pandemia también terminara de manera efectiva.