Las autoridades de salud han confirmado que la gripe aviar se está propagando de manera constante entre mamíferos, incrementando el riesgo de brotes sostenidos entre humanos en el futuro. Esta investigación, próxima a publicarse en la revista Nature, destaca un cambio importante en la transmisión del virus H5N1.
«Esta es una de las primeras veces que vemos evidencia de transmisión eficiente y sostenida de mamífero a mamífero», explicó el virólogo Diego Diel de la Universidad de Cornell. Desde 2022, la variante altamente virulenta B3.13 del virus H5N1 ha provocado la eliminación de 90 millones de aves domésticas solo en EE.UU.
Según los CDC, el riesgo para el público en general es bajo, con solo 11 casos de infecciones leves reportadas en el país. No obstante, la muerte de una persona vulnerable en México por el virus H5N2, relacionado con el H5N1, resalta los peligros potenciales si el patógeno evoluciona.
Diel advierte que mutaciones futuras podrían adaptar el virus a los mamíferos, facilitando su transmisión a los humanos. Este virus tiene una capacidad notable para robar genes de otros virus de influenza y saltar entre diferentes especies de mamíferos, habiéndose detectado desde el Ártico hasta el Antártico, afectando a osos polares, nutrias, ardillas, delfines, focas y cabras.
Incógnitas
Daniel Perez, virólogo molecular, señaló que no se comprende bien por qué estos virus, con sus combinaciones de segmentos genéticos y mutaciones, pueden ahora infectar a muchas más especies que en el pasado.
El brote en vacas lecheras en EE.UU. se rastreó hasta un ganso canadiense (Branta canadensis) en Wyoming en enero de 2024, propagándose rápidamente a granjas lecheras en varios estados.
Pruebas genéticas confirmaron la transmisión entre vacas, con gatos y un mapache infectados tras consumir leche cruda contaminada. El genetista Leonardo Caserta de la Universidad de Cornell indicó que esta cepa prefiere invadir tejidos de la glándula mamaria, contaminando la leche de manera severa.
Alertas
Las autoridades instan al público a mantener una buena higiene en entornos con aves silvestres y a reportar aves enfermas o muertas. Los signos de la enfermedad incluyen somnolencia, falta de coordinación, movimientos en círculos y problemas para pararse o volar.
Australia y Nueva Zelanda aún no reportan casos de H5N1, pero se preparan para su inevitable llegada y el impacto devastador en su fauna. Por su parte, EE.UU. ha comenzado a vacunar cóndores de California para minimizar el impacto en esta especie en peligro crítico, y se están desarrollando vacunas humanas..
El USDA ahora exige que las vacas lecheras den negativo en pruebas de H5N1 antes de ser transportadas entre estados. Los autores subrayan la necesidad de medidas robustas para prevenir y controlar la infección y propagación del virus en ganado lechero, reduciendo así el riesgo de adaptación del virus y la amenaza pandémica para los humanos.