Un equipo de DeepMind ha utilizado el aprendizaje automático para enseñar a pequeños robots a jugar al fútbol. Los detalles de la investigación fueron publicados en la revista Science Robotics.

Con la introducción de los modelos de lenguaje basados en aprendizaje automático en el dominio público, los ingenieros continúan explorando nuevas aplicaciones para las herramientas de IA.

Entrenamiento a través de simulaciones

Uno de los propósitos que ha cautivado tanto la imaginación de los científicos como del público en general es la implementación de robots capaces de realizar tareas humanas tradicionalmente difíciles o arduas. El diseño básico de la mayoría de estos robots generalmente ha involucrado el uso de programación directa o técnicas de imitación. 

En este nuevo esfuerzo, el equipo de investigación de DeepMind ha aplicado el aprendizaje automático al proceso y ha creado pequeños robots (de aproximadamente medio metro de altura) que son excepcionalmente buenos jugando al fútbol.

El proceso de creación de los robots incluyó el desarrollo y entrenamiento de dos habilidades principales de aprendizaje por refuerzo en simulaciones computacionales: levantarse del suelo después de caer, por ejemplo, o intentar marcar un gol. 

Luego entrenaron al sistema para jugar una versión completa de fútbol uno contra uno, alimentándolo con una gran cantidad de videos y otros datos. Una vez que los robots virtuales pudieron jugar como se deseaba, el sistema se trasladó a varios robots Robotis OP3. 

El equipo también agregó software que permitía a los robots aprender y mejorar a medida que primero probaban habilidades individuales y luego cuando se les colocaba en un pequeño campo de fútbol para jugar un partido entre ellos.

Experimento exitoso

Al observar a sus robots jugar, el equipo de investigación notó que muchos de los movimientos que realizaban eran más fluidos que los de los robots entrenados con técnicas estándar.  Por ejemplo, podían levantarse del campo mucho más rápido y de manera más elegante.

Los robots también aprendieron a utilizar técnicas como fingir un giro para hacer que su oponente compensara de más (o sea driblear), dándoles un camino hacia el área del gol. Los investigadores afirman que sus robots con IA jugaron considerablemente mejor que los robots entrenados con cualquier otra técnica hasta ahora.