Un nuevo estudio, aún pendiente de revisión por pares, advierte que las emisiones récord de carbono en 2023 podrían ser una señal de que los sistemas naturales de absorción de carbono están fallando.
La investigación, publicada en el repositorio arXiv, señala que las altas temperaturas del año pasado pudieron haber impactado negativamente la capacidad de los ecosistemas terrestres para absorber CO2. Esto representa una grave preocupación para la lucha contra el cambio climático.
Sumideros de carbono
Tradicionalmente, los océanos y los ecosistemas terrestres han absorbido aproximadamente la mitad de las emisiones de carbono causadas por la actividad humana.
Sin embargo, si esta capacidad de absorción disminuye, las consecuencias podrían ser catastróficas.
Según Johan Rockström, director del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, “La naturaleza ha equilibrado nuestro abuso hasta ahora, pero esto está llegando a su fin”.
Estas declaraciones fueron hechas en el evento Climate Week en Nueva York en septiembre, según un reporte de The Guardian.
Los modelos climáticos actuales no consideran un posible colapso de los sumideros de carbono, lo que podría explicar por qué el calentamiento global está ocurriendo a un ritmo más rápido de lo previsto.
Investigadores de la Universidad de Tsinghua, liderados por el ecólogo Piyu Ke, descubrieron que los sumideros terrestres redujeron su capacidad de absorción de carbono en 2023.
Aumento alarmante
A pesar de que las emisiones globales de CO2 aumentaron solo un 0,6% en comparación con el año anterior, las mediciones atmosféricas en la estación de Mauna Loa mostraron un aumento del 86% en la concentración de CO2 en la atmósfera, un salto alarmante.
Además, investigaciones previas han demostrado que la capacidad de los océanos para absorber carbono también ha disminuido significativamente.
Los autores del estudio señalan que los procesos naturales en la tierra, como la fotosíntesis de árboles y plantas, apenas lograron compensar las emisiones generadas por los mismos procesos terrestres en 2023.
En este sentido, el Amazonas, afectado por incendios y sequías, contribuyó significativamente a la caída en la absorción global de carbono.
Aunque los científicos se muestran esperanzados con el regreso de las lluvias debido al fenómeno de La Niña, que podría ayudar a restaurar la absorción de carbono en ciertas regiones, gran parte del daño ya es irreversible.
«Los bosques quemados en Canadá no recuperarán completamente sus reservas de carbono en décadas, ya que los árboles boreales tardan aproximadamente 100 años en recuperar su biomasa inicial», explican los investigadores.
Solución única
A pesar de los avances tecnológicos, los procesos naturales siguen siendo la única herramienta eficaz para la eliminación a gran escala de carbono.
Sin embargo, los esfuerzos por fortalecer estos sumideros han sido insuficientes. Grandes proyectos, incluso en países desarrollados, no han alcanzado sus objetivos.
La única solución clara, según los expertos, es reducir drásticamente las emisiones de combustibles fósiles en todos los sectores.
«Tenemos que abordar el gran problema: las emisiones de combustibles fósiles», advirtió Pierre Friedlingstein, meteorólogo de la Universidad de Exeter.