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Científicos identifican la clave para mantener una pérdida de peso saludable

Científicos daneses realizaron un estudio que demuestra la clave para evitar la recuperación de peso luego de perder varios kilos mediante una dieta inducida.

Una hormona aumenta y la otra disminuye

El 40% de la población mundial tiene sobrepeso y el 13% vive con obesidad. A pesar de los esfuerzos, es común que luego de una pérdida de peso, inicialmente exitosa, se recupere el peso.

“El problema es que la gente lucha contra fuerzas biológicas fuertes cuando pierde peso. El apetito aumenta simultáneamente con la disminución del consumo de energía, y esto contrarresta el mantenimiento de la pérdida de peso», explica el profesor Signe Torekov.

Este importante problema parece tener ahora una solución, el equipo de Torekov ha determinado un tratamiento altamente eficaz para después de una pérdida de peso inducida por la dieta. Se trata de combinar el ejercicio moderado a intenso con un medicamento que inhibe el apetito, un análogo de la hormona GLP-1.

«Tenemos una hormona estimulante del apetito, que aumenta drásticamente cuando perdemos peso y, al mismo tiempo, el nivel de hormonas supresoras del apetito desciende radicalmente».

Ejercicio y medicamento

En el estudio de la Universidad de Copenhague y el Hospital Hvidovre participaron 215 daneses con obesidad y bajas calificaciones de aptitud física. Inicialmente siguieron una dieta baja en calorías durante ocho semanas, donde cada uno perdió aproximadamente 13 kg. La pérdida de peso conllevó a mejoras significativas a su salud con una caída en el nivel de azúcar en la sangre y la presión arterial.

Luego, los participantes se dividieron al azar en cuatro grupos. Dos grupos recibieron medicación placebo, mientras que los otros dos recibieron medicación para la obesidad. De los dos grupos de placebo, uno siguió un programa de ejercicio de un mínimo de 150 minutos de actividad física a una intensidad moderada o, 75 minutos a una intensidad vigorosa durante la semana o una combinación de los dos. El otro mantuvo su nivel actual de actividad física.

Los dos grupos que recibieron medicación para la obesidad se dividieron de manera similar en un grupo con y otro sin un programa de ejercicio.

El control y seguimiento se realizó durante un año y, al terminar este, el grupo con solo ejercicio y el grupo con medicación para la obesidad mantuvieron la pérdida de peso de 13 kg y mejoras en la salud. Por el contrario, el grupo de placebo recuperó la mitad del peso y los factores de riesgo, por ejemplo, para el desarrollo de diabetes tipo 2.

Buenas noticias

No obstante, las mejoras más dramáticas ocurrieron en el grupo que combinó el programa de ejercicio con la medicación para la obesidad. Los investigadores observaron una pérdida de peso adicional en este grupo, sumando 16 kg en total. Los beneficios para la salud también fueron el doble en comparación con los que tuvieron los participantes que tomaron los tratamientos individuales. Es decir, el doble de pérdida de masa grasa mientras se conserva la masa muscular, mejores calificaciones de aptitud, reducción de azúcar en sangre y mejor calidad de vida.

“Es una gran noticia para la salud pública que se pueda mantener una pérdida de peso significativa con ejercicio intenso por aproximadamente 115 minutos por semana, haciendo ciclismo, por ejemplo. Y que al combinar el ejercicio con medicamentos para la obesidad, el efecto sea el doble de bueno que cada uno de los tratamientos individuales».

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