Los científicos acaban de detectar un nuevo e intenso tipo de rayo que brilla hasta mil veces más que los rayos comunes. Los “superrayos” fueron detectados por investigadores del Laboratorio Nacional de Los Alamos de EE.UU., quienes usaron satélites para sus mediciones. Los dos artículos fueron publicados en el Journal of Geophysical Research: Atmospheres (aquí y aquí).
Los superrayos se detectaron por primera vez a partir de datos satelitales en la década de 1970, y se describen como una iluminación 100 a más veces mayor que un rayo promedio. Desde entonces, los científicos atmosféricos han estado debatiendo sobre qué es realmente un superrayo, porque las medidas tomadas por diferentes instrumentos pueden variar.
El problema yace porque desde el espacio, un relámpago se verá mucho más tenue que desde tierra porque las nubes bloquean parte de la luz. Las mediciones satelitales pueden diferir de los detectores terrestres. También está la cuestión de si los superrayos están sobrealimentados por algún fenómeno único, o si son simplemente rayos más grandes y brillantes.
Primer estudio
El primero estudio, analiza los datos recopilados por el Geostationary Lightning Mapper (GLM) de NASA. Este detector en los satélites meteorológicos registra destellos de rayos, día y noche, sobre América y los océanos adyacentes cada dos milisegundos. A diferencia de los sistemas de monitoreo terrestres, que detectan ondas de radio, el GLM mide el brillo total (energía óptica) de los rayos dentro de las nubes, entre las nubes, más los rayos que caen sobre el suelo.
Los investigadores revisaron dos años de datos en busca de rayos que brillaban 100 veces más que un rayo típico detectado desde el espacio. El equipo encontró alrededor de 2 millones de eventos lo suficientemente intensos como para ser considerados superrayos, aproximadamente uno de cada 300 rayos.
Sin embargo, es posible que algunos superrayos parezcan más brillantes que otros si las condiciones atmosféricas son adecuadas. Por eso los investigadores buscaron relámpagos al menos 1.000 veces más brillantes que un rayo ordinario. Ahí identificaron puntos clave de actividad energética. Los casos más radiantes se concentraron en el centro de EE.UU. y en la Cuenca del Río de La Plata en Sudamérica.
Sin embargo, es posible que el detector GLM no haya capturado cada superrayo. Aunque los satélites observan toda América, el GLM mide los rayos más energéticos, no necesariamente los destellos más poderosos, si resultan ser de menos de 2 milisegundos.
Nuevo tipo de superrayo
Aun así, hubo una superposición significativa con los superrayos identificados por los investigadores de Los Alamos en un segundo estudio, que clasificó a los superrayos por su potencia máxima.
En el segundo estudio, los investigadores analizaron 12 años de datos de otro satélite y contaron como superrayos si producían 100 gigavatios de potencia. A modo de comparación, eso es más potencia que todos los paneles solares en los EE.UU. combinados.
Combinando datos satelitales con mediciones terrestres, los investigadores también encontraron que los superrayos son de hecho un tipo diferente de rayo. Los más poderosos (más de 350 gigavatios de potencia) resultaron de raros eventos de nube a tierra con carga positiva, en vez de eventos de nube a tierra con carga negativa, como la mayoría de los rayos.
Los resultados también mostraron que los superrayos suelen ocurrir sobre el océano y tienden a generar megaresplandores, que se extienden horizontalmente cientos de kilómetros desde la base hasta la punta.
Aunque aun no logramos entender del todo a los rayos, sí podemos evitar que nos causen problemas. Recientemente informamos sobre una nueva tecnología que puede permitirnos controlar dónde golpean en el suelo.