Científicos detectan por primera vez cáncer en un dinosaurio

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Científicos detectan por primera vez cáncer en un dinosaurio

Reconstrucción artística de un Centrosaurus / Wikimedia Commons

Un equipo multidisciplinario de científicos canadienses ha descubierto por primera vez osteosarcoma, un agresivo cáncer de hueso, en un dinosaurio de hace 76 millones de años. El artículo que explica el descubrimiento fue publicado en The Lancet Oncology.

El osteosarcoma es un cáncer de hueso que generalmente ocurre en la segunda o tercera década de la vida. Se trata de un crecimiento desorganizado y excesivo de hueso que se propaga rápidamente a otros órganos, incluido más comúnmente, el pulmón. Este mal también ataca a los humanos modernos.

“Este descubrimiento nos recuerda los vínculos biológicos comunes en todo el reino animal y refuerza la teoría de que el osteosarcoma tiende a afectar los huesos cuando y donde están creciendo más rápidamente”, dijo Seper Ekhtiari, residente de cirugía ortopédica en la Universidad McMaster.

El hueso estudiado

El hueso en cuestión es el peroné de un Centrosaurus apertus, un dinosaurio herbívoro que vivió hace 76 a 77 millones de años. El cornudo espécimen fue descubierto originalmente en Dinosaur Provincial Park en Alberta en 1989, y originalmente se pensó que el extremo malformado del fósil representaba una fractura curativa.

Luego en 2017, un equipo de investigadores de la Cátedra de Paleontología de Vertebrados del Royal Ontario Museum (ROM) y la Universidad McMaster observó las propiedades inusuales del hueso en el Museo Royal Tyrrell, y decidió investigar más a fondo utilizando técnicas médicas modernas.

Fósil del peroné de un Centrosaurus adulto / ROYAL ONTARIO MUSEUM/MCMASTER UNIVERSITY

El equipo reunió a especialistas multidisciplinarios y médicos de diversos campos como patología, radiología, cirugía ortopédica y paleopatología. Los especialistas volvieron a evaluar el hueso y realizaron un diagnóstico de manera similar a cómo lo harían con un tumor desconocido en un paciente humano.

“El diagnóstico de un agresivo cáncer como este en un dinosaurio ha sido difícil de alcanzar y requiere experiencia médica y múltiples niveles de análisis para identificarlo adecuadamente”, dijo el Dr. Mark Crowther, profesor de Patología y Medicina Molecular de la Universidad McMaster.

El estudio

Después de examinar, documentar y moldear cuidadosamente el hueso, el equipo realizó una tomografía computarizada (TC) de alta resolución. Luego seccionaron finamente el hueso fósil y lo examinaron bajo un microscopio para evaluarlo a nivel celular óseo.

Los investigadores utilizaron potentes herramientas tridimensionales de reconstrucción por TC para visualizar la progresión del cáncer a través del hueso. Usando este riguroso proceso, los investigadores llegaron a un diagnóstico de osteosarcoma. Para confirmarlo, compararon el fósil con un peroné normal de un dinosaurio de la misma especie, así como con un peroné humano con un caso confirmado de osteosarcoma.

Debido a la edad del espécimen y a lo avanzado que estaba el cáncer, no se descarta que éste pudiera haber invadido otros sistemas del cuerpo. Sin embargo, el hueso se encontró en un lecho masivo, lo que sugiere que el Centrosaurus murió como parte de una gran manada golpeada por una inundación.

“El hueso muestra un agresivo cáncer en una etapa avanzada. El mal habría tenido efectos devastadores en el individuo y lo habría hecho muy vulnerable a los formidables depredadores de la época”, dice el Dr. David Evans, un experto en estos dinosaurios con cuernos.

Este estudio ayudará a establecer vínculos entre las enfermedades humanas y las del pasado. De esa manera, los científicos podrán comprender mejor la evolución y la genética de diversos males como el cáncer.

 

Fuente: Science Mag, Phys

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