Todos los países, autoridades, agentes de salud y científicos alrededor del planeta suman esfuerzos para lidiar con el virus que ha puesto al mundo de cabeza, el nuevo coronavirus, SARS_CoV_2. Este posee una serie de mecanismos que no solo lo ayudan a transmitirse e infectar (a niveles pandémicos), también le brindan protección. Además, el tamaño de su genoma es particularmente grande si lo comparamos con otros virus de ARN.
Así pues, no es tan difícil reconocer porqué una estructura tan pequeña ha podido causar una pandemia como no se ha visto en muchísimos años y generar síntomas tan diversos, complicados y en algunos, prolongados.
Viviendo con el enemigo
En estos momentos, gracias las vacunas, se nos ha permitido intentar volver a nuestro estilo de vida pre-pandemia. Sin embargo, no debemos olvidar que de ahora en adelante viviremos junto al virus nos guste o no. Y convivir con este pequeño virus involucra el desarrollo de fármacos y tratamientos.
Científicos y especialistas han tratado de usar los tratamientos antivirales con nucleósidos para combatir al causante del Covid-19. Los nucleósidos son estructuras moleculares conformadas por un carbohidrato llamado ribosa y una base nitrogenada. Estos forman parte de los monómeros del ARN, los cuales son como cada una de las piezas que construyen su cadena. Al incorporar nucleósidos análogos de las bases nitrogenadas del ARN viral, afectan a la síntesis de proteínas del virus, incapacitándolo para replicarse.
No obstante, los virus tienen formas de lidiar con «errores» en su material genético. Al tener un ARN tan grande, la posibilidad de que surjan mutaciones, es decir, cambios en el orden de sus nucleósidos, es más alta. Por ello, el SARS_CoV_2 posee una enzima llamada ExoN, que actúa como un corrector, reconociendo los desajustes en el ARN del virus y corrigiendo los errores ocurridos durante la síntesis de ARN para su replicación. De esa manera, el SARS_CoV_2 es resistente a la mayoría de tratamientos antivirales.
Talón de Aquiles
Afortunadamente, un grupo de científicos parece haber encontrado una pista sobre cómo burlar dicha defensa viral. En su artículo publicado en la revista Science, describen a detalle la estructura de la enzima exoribonucleasa de corrección de pruebas, aka ExoN.
«Si descubrimos una manera de inhibir esta enzima, tal vez lograremos mejores resultados para matar el virus con los tratamientos antivirales de nucleósidos existentes. Comprender esta estructura y los detalles moleculares sobre el funcionamiento de ExoN puede ayudar a guiar el desarrollo adicional de antivirales», dijo Yang Yang, autor principal del estudio y profesor asistente en la Universidad Estatal de Iowa.
Yang y sus colegas utilizaron microscopía electrónica criogénica para detallar la estructura de la enzima. Comprender esa estructura permitirá el desarrollo de moléculas que se unan a la enzima y la inhabiliten. Yang afirmó que ese es el siguiente paso para su laboratorio y sus colegas.
De encontrar una molécula que inhabilite a ExoN, el virus causante de la Covid-19 sería más susceptible a los tratamientos con antivirales diseñados para tratar la enfermedad. Incluso, podrían usarse los antivirales ya desarrollados para otras enfermedades víricas, como el VIH y el virus de Ébola.