Arqueólogos británicos examinaron los restos de un hombre japonés de hace aproximadamente 3 mil años y encontraron que fue atacado por un tiburón. Esta es la evidencia directa más temprana del ataque de estos escualos a humanos. El artículo fue publicado en Journal of Archaeological Science: Reports.
A pesar de lo que la cultura popular nos ha hecho creer, los ataques de tiburones a humanos son bastante raros. Por regla general, en el mundo moderno no se registran más de 100 casos de este tipo por año, mientras que la mayoría de las lesiones recibidas no son fatales. Además, solo existen unos pocos ejemplos arqueológicos de tales ataques.
Uno de los primeros ataques conocidos contra humanos ocurrió frente a la costa de Puerto Rico alrededor del 789-1033 d.C. Mientras pescaba en una canoa, un hombre perdió un brazo después de ser arrojado por un tiburón tigre y murió en el lugar por la pérdida de sangre.
El desafortunado hombre de 29 años fue enterrado en posición fetal con cerámica prehistórica, artefactos de piedra, concha de almeja y ocre. Sus restos fueron hallados a principios de la década de 2000.
Tres mil años
Durante los trabajos de construcción en la década de 1860 en Japón, en la ciudad de Kasaoka, se descubrió un antiguo túmulo funerario de conchas en el sitio de Tsukumo. Durante las excavaciones en 1915, se encontraron aquí más de 170 esqueletos humanos que, a juzgar por la cerámica, pertenecían al final del período Jomon (2540-435 aC).
La arqueóloga Alyssa White y sus colegas de la Universidad de Oxford examinaron los restos del montículo de conchas de Tsukumo, ubicado a 3 kilómetros del Mar Interior de Seto. Estos huesos, que tienen numerosas marcas lineales profundas y llamativas, fueron excavados a principios del siglo XIX. Sin embargo, hasta ahora, la naturaleza de estas lesiones no estaba clara.
El esqueleto en estudio de Tsukumo pertenecía a un hombre joven o de mediana edad de unos 158 centímetros de altura. La datación por radiocarbono, seguida de la calibración, colocó a este hallazgo en 1370-1010 a. C. Las lesiones en los restos se cuentan por cientos y varían en tamaño. Estas se concentran más en las extremidades superiores e inferiores.
El cuerpo del fallecido fue enterrado de acuerdo con la costumbre funeraria de la época de Jomon, lo que le ayudó a mantenerse en excelentes condiciones, aunque dificulta la comprensión de las trágicas circunstancias de su muerte.
La marca del tiburón
Ahora, la nueva investigación ha demostrado que el hombre de Tsukumo de hace unos 3000 años, fue atacado por un tiburón tigre (Galeocerdo cuvier) o un tiburón blanco (Carcharodon carcharias). Lo más probable es que durante el ataque haya perdido la pierna derecha y el brazo izquierdo. Sus lesiones fueron claramente mortales, con al menos 790 marcas dentales.
Los científicos creen que las grandes arterias de las extremidades inferiores se cortaron al principio del ataque. Esto resultó en una muerte relativamente rápida por shock hipovolémico. La combinación de métodos arqueológicos y forenses permitió conocer las causas de la muerte.
Se concluyó que esta es la evidencia directa más temprana de un ataque de tiburón a humanos. El hallazgo no solo proporciona una nueva perspectiva sobre el antiguo Japón, también sirve como un raro ejemplo sobre cómo los arqueólogos son capaces de reconstruir un episodio dramático de la vida de las sociedades prehistóricas.