Un estudio publicado en Cell ha reforzado la teoría de que el virus detrás del COVID-19 surgió de animales en el mercado de mariscos de Huanan, en Wuhan. La investigación identifica especies animales que probablemente actuaron como portadoras del SARS-CoV-2, añadiendo más evidencia a favor de la teoría del origen zoonótico del virus.
La investigación se centró en datos de ARN metagenómico recopilados tras el cierre del mercado a principios de 2020 por el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Aunque algunos teóricos han especulado sobre un posible escape de laboratorio debido a la proximidad del Instituto de Virología de Wuhan, los virologistas sostienen que es mucho más probable que el virus saltara de animales a humanos en el mercado, donde las condiciones eran ideales para la transmisión zoonótica.
La investigación
Un equipo internacional de científicos analizó muestras ambientales tomadas del mercado por el CDC chino. A pesar de que los animales ya no estaban presentes cuando el equipo llegó, los investigadores recolectaron más de 800 muestras de los puestos, jaulas, carros y desagües, algunas de las cuales contenían material genético tanto de animales como del virus SARS-CoV-2.
El equipo utilizó secuenciación metatranscriptómica para identificar cada secuencia de ARN de los organismos presentes en las muestras. En su análisis, identificaron rastros genéticos de animales como el perro mapache (Nyctereutes procyonoides) y la civeta de las palmeras enmascarada (Paguma larvata).
Estos animales, según los investigadores, son susceptibles al virus y pudieron haber sido los intermediarios entre los murciélagos y los humanos en el mercado de Wuhan. De hecho, esas especies estuvieron implicadas en el brote original del SARS en 2002
Uno de los hallazgos clave fue la presencia de material genético tanto del virus como de animales en la misma muestra, aunque no se puede probar de manera concluyente que estos animales estuvieran infectados.
«Estamos viendo los ‘fantasmas’ de estos animales en las muestras ambientales, lo que sugiere que estaban en los mismos espacios donde se detectó el virus», señala Florence Débarre, bióloga evolutiva y autora principal del estudio.
Resultados
La investigación también incluyó un análisis evolutivo de los genomas virales de los primeros días de la pandemia. Los resultados indican que es poco probable que hubiera infecciones humanas previas a los brotes relacionados con el mercado, lo que respalda aún más la teoría de que el mercado de Huanan fue el punto de origen del SARS-CoV-2.
Michael Worobey, ecólogo de la Universidad de Arizona, advirtió sobre el peligro de comercializar animales salvajes en áreas densamente pobladas. Este tipo de contacto entre humanos y animales salvajes, señaló, facilita la propagación de virus.
El estudio no ofrece pruebas definitivas de que los animales estuvieran infectados, pero refuerza la evidencia acumulada que señala al mercado de Huanan como el epicentro del brote.