Una antigua leyenda cuenta que en 1362, los dioses furiosos por el comportamiento de los habitantes de Rungholt desataron una tormenta devastadora que hizo desaparecer la ciudad. Durante mucho tiempo, su existencia fue cuestionada, pero ahora, por primera vez, los restos de esta ciudad perdida han sido cartografiados exhaustivamente en las llanuras fangosas del Mar de Wadden, al norte de Alemania.
La leyenda
Rungholt era conocida como la «Atlantis del norte», una próspera ciudad que, según las historias, fue tragada por el Mar del Norte debido a los pecados de su gente. Se dice que una vida de abundancia llevó a una vida inmoral y que su final llegó cuando un grupo de jóvenes borrachos intentó obligar a un sacerdote a realizar un sacramento a un cerdo en una posada local, desencadenando la ira divina.
El clérigo fue a la iglesia y oró y le pidió a Dios que castigara a los jóvenes. Dejó la ciudad al día siguiente, y poco después golpeó la gran tormenta que borró a Rungholt de la faz de la Tierra. En las leyendas medievales, el sonido de su campanario se podía escuchar desde las profundidades del Mar del Norte.
Si bien algunos historiadores cuestionaron si la ciudad alguna vez existió fuera del mito, una nueva investigación ha encontrado los restos de esta «Atlántida del norte» en el Mar de Wadden, según informa The Times.
Trabajo contrarreloj
Los arqueólogos de la Universidad Christian-Albrecht en Kiel descubrieron alrededor de 1,9 kilómetros de montículos medievales en una isla ahora conocida como Südfall después de realizar un estudio geofísico en el sitio. Los nuevos hallazgos incluyen un puerto, los cimientos de una gran iglesia y sistemas de drenaje, proporcionando información sin precedentes sobre la vida de la gente de Frisia del Norte.
Dennis Wilken, geofísico de la Universidad de Kiel, explicó que se utilizaron varios métodos geofísicos, como gradiometría magnética, inducción electromagnética y sísmica, para localizar y mapear los restos de los asentamientos ocultos bajo las marismas.
Sin embargo, los investigadores se enfrentan a un desafío debido a la constante erosión y las condiciones adversas que amenazan la preservación de los restos. Hanna Hadler, del Instituto de Geografía de la Universidad de Mainz, enfatizó la necesidad urgente de intensificar las investigaciones, ya que los asentamientos medievales ya están muy erosionados y a menudo solo se detectan como huellas negativas.
Este descubrimiento arqueológico proporciona una fascinante visión de la antigua ciudad de Rungholt y su destino trágico, arrojando luz sobre una parte importante de la historia de Frisia del Norte.