Luego de 25 años, el joven Ash Ketchum de Pueblo Paleta logró coronarse como el mejor maestro Pokémon del mundo. Durante todo este camino, la franquicia de Pokémon se ha consolidado como el medio de entretenimiento más grande del mundo; acumulando 122 juegos, 25 temporadas de anime, 23 películas, un exitoso juego de cartas y una gran variedad de productos.
Su impacto ha sido tan grande que incluso es una gran fuente de inspiración para la comunidad científica. Por ejemplo, el Centro Oncológico Memorial Sloan-Kettering de Nueva York descubrió un gen cancerígeno a inicios de los 2000 al que bautizó como Pokemon, cuyo nombre procede de “factor POK Eritroide Mieloide ONtogénico”. Lamentablemente, tuvieron que cambiar el nombre a zbtb7, ya que la compañía de Pokémon en EEUU amenazó con demandarlos por perjudicar la imagen de su marca.
Aunque Pokémon Company se ha mostrado algo reticente a prestar los nombres de sus criaturas, hay algunos casos en los cuales se ha logrado bautizar a nuevas especies descubiertas con nombres de Pokémon. Eso sí, posiblemente te llevarás una sorpresa al ver que el animal no se parece en absoluto al Pokémon que hace referencia. A veces solo guardan un rasgo en particular que, al verlo, te hará recordar a su homólogo ficticio.
Los muchos rostros de Pikachu
Para sorpresa de nadie, la mascota oficial de la franquicia, Pikachu, es la que cuenta con la mayor cantidad de especies con las que comparte nombre. Vayamos por partes.
La Epicratinus Pikachu es un tipo de araña descrito en un artículo publicado en 2020 por los científicos Ricardo Antonio Gonçalves y Antonio Domingos Brescovit. Esta habita en ciertas regiones del Noreste de Brasil y se distingue por su peculiar epigino que guarda cierto parecido con el rostro de Pikachu.
El epigino es la abertura genital femenina en las arañas, ubicada en su vientre. De hecho, es posible distinguir la especie de una araña tan solo observando su epigino, ya que varía considerablemente su forma.
La Epicratinus no es la única araña de tipo “eléctrico”. También se encuentra la Alistra Pikachu descrita por Yejie Lin y Shuqiang Li en 2021, que mora en ciertas regiones de China. Aunque su única similitud con el roedor es su distintivo color amarillo.
Por último, tenemos a la Hiperantha Pikachu; sin embargo, esta no es una araña, sino que es un escarabajo estudiado por Cristian Pineda y Rafael Barros en 2021. Esta especie se ubica en la municipalidad de Prado del estado de Bahía en Brasil, su longitud es de aproximadamente 26 mm y sus alas llegan a medir los 21 mm.
En efecto, sus alas o, mejor dicho, sus élitros son los que rememoran a las orejas del roedor eléctrico: de color amarillo con bandas negras en sus extremos. Los élitros son las alas rígidas de los insectos que sirven para proteger a las alas finas y flexibles cuando están en reposo.
Abejas asesinas
En 2011, se identificó un nuevo tipo de avispa en Botsuana y en Madagascar. Los investigadores Matthew Nielson y Matthew Buffington bautizaron a este insecto que tan solo mide medio milímetro como Stentorceps Weedlei.
Su diminuto tamaño no es lo único que llama la atención, ya que esta es la única especie de Stentorceps que tiene un cuerno en medio de su cabeza. Ese rasgo lo hace compartir su nombre con el Pokémon larva Weedle.
Considerando que este animal es una avispa, quizá un nombre más apropiado hubiese sido Stentorceps Beedrilli, la evolución final de Weedle. No obstante, Beedrill tiene estos “cuernos” en las manos en lugar de su cabeza. A lo mejor es más acertado dejarlo con el nombre de aquel Pokémon con el que guarda más parecido (y también porque ambos son pequeños).
¿Una rana parásita?
El siguiente animal que nos atañe, Parapharyngodon politoedi, es un caso particular. Si bien su nombre hace referencia al Pokémon rana Politoad, la verdad es que esta es una especie de nemátodo que parasita a la rana arbórea de patas finas de Manaos (Osteocephalus taurinus) en la Amazonía oriental brasileña.
Los nemátodos están compuestos por una vasta cantidad de especies de gusanos muy delgados que pueden parasitar a humanos, animales o plantas. La especie Parapharyngodon politoedi es la segunda descrita que parasita a la rana O. taurinus.
Fósiles Pokémon
Si por algo es conocida esta saga es por revivir pokémones prehistóricos a través de sus fósiles: Omanyte está inspirado en los amonites, Kabuto, en los cangrejos de herradura. Pero solo hay 2 que pueden considerarse fósiles reales.
El primero de ellos es el Aerodactylus scolopaciceps: un pequeño Pterosaurio que sobrevoló nuestro planeta hace unos 150 millones de años. Fue descrito por primera vez en 1850 por Hermann von Meyer gracias a un espécimen encontrado en Baviera, Alemania; no obstante, en ese entonces se lo conocía como Pterodactylus longirostris. Su nombre ha ido cambiando a lo largo del tiempo hasta que, finalmente, en 2014, fue bautizado como Aerodactylus scolopaciceps por Steven Vidovic y David Martill.
En el artículo donde se describe a esta especie, se menciona claramente que su nombre es un epíteto del Pokémon prehistórico de la región de Kanto: Aerodactyl. Este nombre proviene de la combinación de dos palabras griegas: Aero (viento) y dactylus (dedo).
El segundo fósil es el Bulbasaurus Phylloxyron; fue descubierto en Sudáfrica en 2017 por el investigador Roger Smith. Los Bulbasaurus pueden distinguirse de otras especies por su cresta premaxilar alta y afilada, sus protuberancias óseas grandes y rugosas en la zona nasal, una cresta nasofrontal y sus colmillos macizos.
De hecho, el prefijo de “Bulbus” (bulbo en latín) hace referencia a todas estas características peculiares en la zona nasal y el sufijo “saurus” es común para los reptiles. Por otro lado, Phylloxyron es una palabra griega latinizada que se traduce como “Hoja Navaja”; lo cual hace referencia al filo queratinoso de la mandíbula utilizado para cortar material vegetal durante la alimentación.
Si bien nunca se menciona explícitamente que el nombre de este fósil alude al inicial de tipo planta de los primeros juegos de Pokémon, las similitudes entre ambos animales lleva a sospechar que quizá algo de inspiración hubo. Al fin y al cabo, Bulbasaur llega a aprender el ataque Hoja Navaja.
El insecto que sueña con ser dragón
En los Andes de Chile, a una altura mayor a los 2000 metros sobre el nivel del mar, habita una de las criaturas (de su tipo) más resistentes del planeta: la Chilicola Charizard. Esta es una especie de abeja de unos 5 mm de longitud que fue descubierta en 2016 por el investigador canadiense Spencer Monckton.
De pequeño, Spencer era un gran aficionado de Pokémon y recuerda que el primer inicial que escogió fue Charmander. La fortaleza de esta abeja lo inspiró a nombrarla como la evolución final de su preciado compañero Pokémon: Charizard. La coloración de esta especie es marrón oscura con unas marcas distintivas de color amarillo con tonos anaranjados.
Los 3 escarabajos legendarios
¿Qué mejor manera de nombrar a una nueva especie singular que con el nombre de un Pokémon legendario? Bueno, si al final no solo te encuentras a una, sino a 3 especies raras, no puedes dejar pasar esta increíble coincidencia.
El profesor Darren Pollock y (en ese entonces) el estudiante de doctorado Yun Hsiao identificaron a 3 especies nuevas de escarabajos en Australia: Binburrum Articuno, Binburrum Zapdos y Binburrum Moltres. Su rareza inspiró a Yun a nombrarlos como las 3 aves legendarias de la región de Kanto.
De hecho, el profesor Pollock explica que, cuando conoció a Yun, este le contó que soñaba con ser un maestro Pokémon de pequeño y de ahí surgieron tales nombres. Es un poco enternecedor ver cómo el profesor apoyó la propuesta del estudiante y se mostró dispuesto a bautizar a nuevas especies con más nombres de Pokémon (si se presenta la oportunidad).
Aquí termina este repaso a través de algunas (si no todas) las especies de animales cuyos nombres se basan en Pokémon. Quién diría que el videojuego inspirado por el pasatiempo de recolectar insectos del joven Satoshi Tajiri terminaría inspirando a la comunidad científica para catalogar a nuevas especies de animales.
🙂 Primera vez que me paso por el blog y me ha encantado este artículo. Tu redacción es muy agradable de leer.
Bien, me gustó mucho este artículo.