Investigadores intentan explicar el aprendizaje latente o subconsciente

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Investigadores intentan explicar el aprendizaje latente o subconsciente

No nos damos cuenta, pero exponernos a cosas nuevas nos prepara para un aprendizaje posterior. Este tipo de aprendizaje subconsciente o latente ha sido analizado a profundidad en un nuevo estudio publicado en SAGE Journals.

Criaturas fantásticas

Nosotros tendemos a categorizar los objetos, incluso de manera no explícita. Por ejemplo, hemos aprendido que «gato» y «perro» son categorías diferentes principalmente al estar expuestos a ellos. Esta situación es tan básica que los investigadores decidieron emplearla para analizar a 438 voluntarios adultos.

Utilizando un juego de computadora personalizado, presentaron imágenes de criaturas fantásticas a los participantes. En algunos casos las dividieron en dos categorías: similares a perros y a gatos. Durante la fase inicial, se instruyó a los participantes para que reaccionaran lo más rápido posible a una criatura que saltaba a un panel rojo en el lado izquierdo de la pantalla, o a un panel azul en el lado derecho. Sin que los participantes lo supieran, el lado al que saltaban las criaturas siempre era el mismo que el de su categoría.

Los investigadores notaron que las personas que habían estado expuestas a las criaturas en la fase inicial pudieron aprender las categorías más rápido.

Aprendizaje implícito e explícito

Aparte de ello consideraron dos categorías falsas, que no fueron descubiertas por ningún participante en la fase inicial. Sin embargo, en la segunda parte del experimento hubo un período de aprendizaje explícito en el que las categorías inventadas, «flurps» y «jalets», se revelaron a los participantes. Los voluntarios expuestos a imágenes de flurps y jalets por adelantado fueron mucho más rápidos en poder captar las diferencias entre las categorías.

«Los participantes que recibieron una exposición temprana a las criaturas de las categorías A y B pudieron familiarizarse con sus diferentes distribuciones de características. Por ejemplo, las criaturas con colas azules tendían a tener manos marrones, y las criaturas con colas naranjas tendían a tener manos verdes», comenta Layla Unger, de la Universidad Estatal de Ohio. «Luego, cuando llegó el aprendizaje explícito, fue más fácil adjuntar una etiqueta a esas distribuciones y formar las categorías».

Estudiar este tipo de aprendizaje latente es muy complicado, de ahí que los experimentos de este tipo sean raros. Aun así, investigaciones como esta permiten que en el futuro se amplíe el análisis actual de los adultos para observar el proceso también en bebés y niños.

«Ha sido muy difícil diagnosticar cuándo se está produciendo el aprendizaje latente», indica el psicólogo Vladimir Sloutsky de la Universidad Estatal de Ohio. «Pero gracias a este estudio logramos marcar una diferencia entre el aprendizaje latente y lo que las personas aprenden durante la enseñanza explícita».