El omega-3 como suplemento en tratamientos contra el cáncer inhibe el crecimiento tumoral

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El omega-3 como suplemento en tratamientos contra el cáncer inhibe el crecimiento tumoral

Los lípidos son tan necesarios para nuestro organismo como lo son las proteínas y los carbohidratos; dentro de estos, los ácidos grasos omega tienen una posición especial por sus numerosos beneficios para la salud. A estos lípidos poliinsaturados los podemos encontrar en altas concentraciones en la carne de los pescados azules, nueces y algunos vegetales como la soya y canola. Incorporarlos a nuestra dieta es una de las recomendaciones más acertadas de los nutricionistas. Ahora, para quienes se encuentran luchando contra el cáncer, el omega-3 podría hacer una gran diferencia.

Un estudio realizado en ratones sugiere que la inmunoterapia y la terapia antiinflamatoria fueron más efectivas luego de que los ratones consumieran omega-3, de manera que el ácido graso ayudaría a obtener mejores resultados en la lucha contra el cáncer.

«Las intervenciones dietéticas llegan ser herramientas poderosas, pues son relativamente simples y económicas de implementar», comenta Abigail Kelly, del Centro Médico de la Facultad de Medicina de Harvard.

Los hermanos Omega

Otro ácido graso importante es el omega-6, que, a diferencia del omega-3, no se ha hecho de buena fama en los ambientes de laboratorio. Desde hace un tiempo se alerta que, consumir demasiadas cantidades de omega-6 puede estimular el cáncer y otras enfermedades, incluso depresión. Esto no quiere decir que sea maligno, todo lo contrario, se encuentra en todas partes del cuerpo e interviene en la correcta función de las células. Sin embargo, ingerir ácidos grasos omega-6 en exceso puede alterar el funcionamiento celular normal. De ahí que, a las personas con cáncer se les recomienda disminuir el consumo de carnes, huevos o vegetales como la palta (aguacate).

Abigail Kelly y su equipo, evaluaron ambos omegas como suplementos de la inmunoterapia y la terapia antiinflamatoria. Cabe mencionar que la inmunoterapia tiene aprobación regulatoria y se está utilizando clínicamente. La antiinflamatoria, que inhibe la enzima epóxido hidrolasa soluble (sEH), está en desarrollo clínico.

Los investigadores utilizaron ratones a los que administraron una dieta estándar o una dieta alta en omega-3 o 6 desde 10 días antes de la inyección de tumores primarios y metastásicos.

Una semana después de inyectar los tumores, cada grupo de ratones comenzó ya sea con inmunoterapia, terapia antiinflamatoria, ambas terapias juntas o ningún tratamiento.

Resultados notorios

El estudio encontró que la suplementación con ácidos grasos omega-3 inhibió hasta un 67% el crecimiento del tumor en ratones tratados con cada una de las terapias por separado o juntas. Por el contrario, los ratones con una dieta rica en omega-6 y que recibieron inmunoterapia experimentaron un crecimiento tumoral acelerado en ciertos tipos de tumores.

Los resultados del omega-3 fueron realmente notorios si se comparan con los ratones que no recibieron tratamiento y una dieta normal.

“Demostramos, por primera vez, que la combinación de la inmunoterapia y un tratamiento antiinflamatorio fue más eficaz cuando los ratones recibieron dietas enriquecidas con ácidos grasos omega-3. Esto es muy prometedor porque la suplementación dietética es fácil de implementar para pacientes con cáncer. Además, se puede agregar en pacientes que ya reciben inmunoterapia”.

Es importante aclarar que los lípidos, ácidos grasos y omegas son imprescindibles en una dieta sana y balanceada. El omega-6 no es dañino a menos que se consuma en cantidades elevadas, por lo que no es necesario retirarlo de la dieta.