La triada de hormonas, intestinos y cerebro es tan compleja que los científicos trabajan arduamente para intentar comprenderlas. Se sabe que esta interacción está vinculada con la salud mental, y ahora hay más evidencia que lo respalda. La reciente investigación, publicada en Cell Metabolism, ha encontrado una enzima que conecta las tres partes y sería responsable de la depresión en algunas mujeres durante sus años reproductivos.
Estradiol
Los investigadores de la Universidad de Wuhan, liderados por Di Li, compararon las muestras sanguíneas de 91 mujeres de entre 18 y 45 años diagnosticadas con depresión y de 98 mujeres sin el trastorno mental. Para su sorpresa observaron que quienes tenían casi la mitad de los niveles séricos de estradiol eran las que padecían depresión. Dicha hormona es el tipo de estrógeno más activo durante los años fértiles de una mujer.
La idea no es nueva. Hace más de cien años se ya se había vinculado al estradiol con los cambios de humor negativos, siendo más notorios cuando disminuye durante la menopausia y después del embarazo. Esto explicaría por qué la depresión es dos veces más común en mujeres que en hombres.
El estradiol es producido en los ovarios y una vez cumplido su trabajo, se metaboliza en el hígado y pasa al intestino. Ahí se reabsorbe parcialmente en el torrente sanguíneo para ayudar a mantener los niveles circulantes de estrógeno.
El equipo de Li se enfocó en el paso de la hormona por el intestino. Luego de analizar el microbioma fecal a las dos horas de haber adicionado estradiol, se encontró que en mujeres con depresión el estradiol se degrada hasta en un 78%. Por otro lado, el tubo con muestras de microbioma de mujeres sin depresión solo experimentó una disminución del 20% en la hormona, entendiéndose que el resto se absorbe con normalidad.
Tras el culpable
Con los resultados, realizaron una serie de experimentos. Primero trasplantaron la microbiota intestinal de 5 mujeres con depresión a ratones. Estos mostraron una disminución del 25% en los niveles de estradiol en su suero sanguíneo en comparación con el grupo control, lo cual señalaba que un microorganismo intestinal sería el responsable de una mayor degradación de estradiol.
Para aislarlo e identificarlo, los científicos colocaron muestras del microbioma de las mujeres con depresión en una placa de agar y les proporcionaron estradiol como única fuente de alimento. Dos horas más tarde, más del 60% del estradiol se degradó. Mediante espectrometría de masas lograron identificar el microbio, una cepa de bacteria que etiquetaron como Klebsiella aerogenes TS2020.
El análisis genético mostró que K. aerogenes convierte el estradiol en estrona con una enzima llamada 3β-HSD (3β-hidroxiesteroide deshidrogenasa). Luego de infectar a ratones con bacterias de E. coli que contenían el gen de esta enzima, observaron la misma caída de estradiol y la aparición de síntomas depresivos.
Hombres y mujeres
Así confirmaron que una sola enzima puede desencadenar una serie de problemas vinculados al trastorno depresivo, y no solo en mujeres.
En otro estudio, investigadores identificaron niveles elevados de la misma enzima en pacientes masculinos deprimidos, pues la enzima también puede degradar la testosterona.
«Basándonos en un estudio previo, especulamos que la enzima 3β-HSD está involucrada en el desarrollo de la depresión y que esta relación es independiente del sexo», explican los autores. «Los resultados muestran que K. aerogenes TS2020 es capaz de reducir el nivel de estradiol sérico en ratones e inducir comportamientos depresivos».