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Una roca lunar recolectada por los astronautas del Apolo 17 revela nuevos detalles sobre la evolución lunar

Imagen de la troctolita 76535 de roca lunar del Apolo 17. / NASA.

Una roca lunar recolectada durante la misión Apolo 17 en 1972 está revelando nueva información sobre la compleja historia de la Luna. Según un nuevo análisis de la muestra, nuestro satélite se enfrió a su estado actual mucho más rápido de lo que pensábamos. Los resultados fueron publicados en Nature Communications.

La mayor parte de nuestro conocimiento actual sobre la evolución lunar proviene de rocas recolectadas por astronautas del programa Apolo de la NASA. Sin embargo, estas rocas extraídas hace medio siglo aún pueden proporcionar nueva información.

“Nuestros hallazgos impulsan a la comunidad científica lunar a analizar de nuevo cómo esta muestra, así como muestra su compañero Apolo, se formó”, dijo a Space.com William Nelson, investigador de la Universidad de Hawái en Mānoa, quien dirigió el nuevo estudio.

El trabajo

Ahora Nelson y sus colegas volvieron a investigar una de las rocas más estudiadas de la colección, conocida como troctolita 76535. Pesa aproximadamente 156 gramos y mide 5 centímetros de ancho en su punto más ancho.

La muestra es parte de un grupo conocido como la suite de magnesio (Mg-suite). Estas rocas representan algunas de las primeras etapas de lo que se conoce como formación de corteza secundaria, la cual ocurrió cuando las partes inferiores del manto de la Luna subieron a la superficie y se cristalizaron.

Los científicos eligieron esta muestra específica para trabajar porque es excepcionalmente prístina. “No ha sido fuertemente modificada por impactos durante su tiempo en la superficie de la Luna. Tal pristinidad es rara en las rocas lunares”, señaló Nelson.

Utilizando técnicas analíticas de alta resolución, Nelson y su equipo encontraron que el fósforo se distribuía a través de la muestra de manera bastante desigual. Esto sugiere que la roca se enfrió bastante rápido, ya que el elemento no tuvo tiempo suficiente para extenderse uniformemente dentro de la roca antes de solidificarse.

Luego, a través de modelos informáticos, el equipo dedujo que la muestra debió haber tardado alrededor de 20 millones de años en solidificarse. Un tiempo de enfriamiento significativamente más corto, pues las estimaciones anteriores rondaban los 100 millones de años. Este hallazgo cambia nuestra comprensión de la historia y la evolución de la Luna en la friolera de 80 millones de años.

Más estudios

El resultado muestra que la evolución lunar temprana es más complicada de lo que pensábamos, dicen los investigadores. No obstante, aclaran que se necesitan más análisis para determinar si el historial de enfriamiento de la troctolita 76535 representa el conjunto completo de Mg.

Solo se ha vuelto a analizar un solo ejemplo, lo que conlleva a obvias limitaciones. «Este es un tamaño de muestra de uno en este momento», dice Nelson.

“Todavía es útil mirar hacia atrás en muestras antiguas para tratar de tener una buena idea de cómo se formó la Luna. Siempre se puede volver atrás y volver a analizar conjuntos de datos antiguos con nuevas técnicas para extraer nuevas pepitas de información”, agregó.

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