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Una criatura fantasmal en las profundidades del océano no se parece a nada que hayamos visto antes

Bathydevius caudactylus es el primer nudibranquio conocido que habita la zona batipelágica, hasta miles de metros bajo el océano. (MBARI)

Un nuevo nudibranquio, ha sido descubierto por el Instituto de Investigación del Acuario de la Bahía de Monterey (MBARI) en el Océano Pacífico, a más de 2200 metros de profundidad, en la total oscuridad.

El animal, nombrado Bathydevius caudactylus, es el primero de su tipo que no vive en aguas poco profundas o en el fondo marino, sino en la zona batipelágica, a kilómetros de la superficie. Los investigadores, pilotando el vehículo submarino remoto «Tiburón», lo encontraron a 2,614 metros y quedaron asombrados por su apariencia y su bioluminiscencia.

Bathydevius caudactylus, en la foto, con la capucha abierta para atrapar presas. (MBARI)

A diferencia de los típicos nudibranquios de colores brillantes que habitan arrecifes, Bathydevius tiene una capucha ondulante y translúcida que utiliza para capturar crustáceos en su hábitat profundo. Su piel deja ver sus órganos internos y, al sentirse amenazado, ilumina su cuerpo con un destello bioluminiscente, un comportamiento defensivo único.

Durante las inmersiones realizadas entre 2000 y 2021, el equipo halló 157 ejemplares de esta especie, recolectando 18 para su análisis genético en laboratorio. Este análisis confirmó que Bathydevius pertenece al grupo de los nudibranquios, aunque es tan distinto que requirió crear una nueva familia, Bathydeviidae.

Bathydevius en el fondo marino que afecta la postura asociada con la liberación de huevos. (Robison & Haddock, Deep-Sea Res. I, 2024)

«El descubrimiento más emocionante», señala el científico Bruce Robison, «fue que logramos la descripción más completa de una nueva especie de aguas profundas: anatomía, bioluminiscencia, reproducción, alimentación y comportamiento». Su bioluminiscencia y el uso de su capucha para capturar presas lo distinguen de otros nudibranquios.

En su hábitat natural, los investigadores observaron que Bathydevius atrapaba crustáceos usando su capucha y que, a diferencia de otros nudibranquios, no posee el apéndice en forma de lengua, común en esta familia. En su lugar, traga su alimento a través de una boca en la parte posterior de la capucha.

Además, Bathydevius es hermafrodita, y en una ocasión se vio a dos individuos anclados al fondo marino a 2755 metros, reproduciéndose y depositando sus huevos. Otros ejemplares fueron observados a profundidades de hasta 4009 metros. En el laboratorio, un espécimen liberó sus huevos en un tanque, mostrando una cinta que se adhirió al fondo y luego evolucionó en larvas.

Este estudio, el más completo de una especie de aguas profundas, cuestiona lo que creíamos sobre los límites de adaptación en el mundo natural. La estructura y comportamiento de Bathydevius muestran que los nudibranquios son mucho más versátiles de lo pensado.

«Bathydevius está adaptado a un hábitat extremo y prospera allí, demostrando la flexibilidad evolutiva de los nudibranquios», destaca Robison. La investigación, publicada en Deep-Sea Research Part I, indica que nuestras suposiciones sobre la evolución en aguas profundas podrían ser demasiado conservadoras.

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