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Un organismo parecido a una oruga podría estar en tu boca ahora mismo

Bacteria Conchiformibius steedae. (Philipp Weber, Silvia Bulgheresi)

¿Qué es lo que te hace ser tú? Probablemente tus primeras experiencias de la niñez, tus miedos, tus gustos, tus decisiones… y los millones de pequeños organismos que viven en ti. En tu piel, intestinos, folículos, abundan bacterias y… ¡¿gusanos?!

No te asustes, son bacterias con forma de gusanos, pertenecientes a una gran familia llamada Neisseriaceae. Nuevos estudios han indicado que este tipo de bacterias viven en al menos la mitad de la población mundial. La más reciente investigación sugiere que su peculiar forma les sirve para adaptarse a la cavidad oral.

«Nuestro trabajo arroja luz sobre la evolución de la multicelularidad y la división longitudinal de las bacterias, la cual sugiere que los miembros de la familia Neisseriaceae pueden ser buenos modelos para ser estudiados debido a su plasticidad morfológica y trazabilidad genética», escriben los autores del artículo publicado en Nature Communications.

 

Luchando contra la adversidad

A pesar de la humedad y espacios para ocultarse, la cavidad oral puede resultar una verdadera trampa para los microorganismos. Las células que recubren la superficie interna de la boca se renuevan constantemente y la saliva dificulta el anclaje. No obstante, hay alrededor de 700 especies que viven en la boca humana.

Para relacionar estas adversidades y la adaptación de las bacterias Neisseriaceae, los investigadores usaron microscopía electrónica que les permitió estudiar detalladamente su forma. Además, emplearon fluorescencia para comprender el crecimiento celular.

Luego realizaron un modelo de evolución. Tomaron a las Neisseriaceae con forma de bastón y les introdujeron cambios genéticos para ver si podían reproducir la evolución de un organismo en forma de bastón a los tipos en forma de oruga. Los resultados sugieren que los organismos evolucionaron a partir de un ancestro en forma de bastón.

 

De la individualidad a lo colectivo

Las bacterias, en tu boca, se dividen de forma longitudinal, pero, en lugar de separarse, permanecen unidas entre sí. Esto da como resultado un grupo segmentado envuelto en una membrana externa compartida. Lo cual sería un claro ejemplo de cómo un organismo evoluciona de unicelular a multicelular.

«La multicelularidad hace posible la cooperación entre las células, como en la división del trabajo y, por lo tanto, puede ayudar a las bacterias a sobrevivir al estrés nutricional«, indican los investigadores.

«Especulamos que en el curso de la evolución, a través de una reelaboración de los procesos de elongación y división, la forma de la célula cambió, tal vez para prosperar mejor en la cavidad oral«, comenta Frédéric Veyrier, del Instituto Nacional Francés de Investigación Científica.

Este tipo de trabajos tiene implicaciones para el estudio de la adaptabilidad bacteriana, importante en la comprensión del desarrollo de agentes antibacterianos más efectivos que nos ayuden a eliminar las infecciones del cuerpo.

Se requerirán herramientas genéticas para explorar estas bacterias con mayor detalle. Sin embargo, el enfoque evolutivo podría ser una forma complementaria de estudiar a estos pequeños organismos y su funcionamiento, así como entender los mecanismos subyacentes a la relación simbiótica que tienen con sus huéspedes, nosotros.

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