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Sorprendentes hallazgos sobre las variaciones metabólicas y la edad

El gasto energético diario total refleja nuestras necesidades energéticas diarias; es decir, la cantidad de energía que el organismo consume y esta varía a lo largo de la vida. Por ejemplo, algunas personan habrán notado que a los veinte años podían comer lo que sea, sin subir de peso. Solemos pensar que este alcanza su punto más alto a los veinte y que disminuye a los treinta. No obstante, un nuevo estudio revela que el gasto energético alcanza su punto máximo mucho antes y comienza su declive más tarde de lo que se piensa.

La mayoría de los estudios a gran escala medían cuánta energía usa el cuerpo para las funciones vitales básicas, como respirar y bombear sangre. Pero las funciones básicas representan solo del 50 al 70% de las calorías que quemamos cada día. No incluyen la energía que gastamos en todo lo demás: lavar los platos, pasear al perro, correr o solo pensar.

El más reciente trabajo reúne a un equipo internacional de más de 70 científicos, que analizó el promedio de calorías quemadas por más de 6600 personas en su vida diaria. Las edades de los participantes oscilaron entre una semana y 95 años, y vivían en 29 países diferentes.

Necesidades energéticas

Para llegar a un número del gasto energético diario total, los investigadores recurrieron al método del «agua doblemente marcada». Esta es una prueba de orina que consiste en hacer que una persona beba agua en la que sus moléculas de hidrógeno y oxígeno han sido reemplazadas por isoformas, deuterio (2H2O) u oxígeno 18 (H218O). Luego, se mide qué tan rápido se eliminan.

Es una técnica que se emplea desde 1980 con el mismo propósito pero, esta vez, todos los datos de distintos laboratorios se compartieron en una sola base de datos. La agrupación y el análisis de los gastos de energía a lo largo de toda la vida revelaron algunas sorpresas.

Las necesidades energéticas se disparan durante los primeros 12 meses de vida. Durante su primer año, los bebés queman calorías un 50% más rápido para el tamaño de su cuerpo que los adultos.

“Algunas personas piensan que la adolescencia y los 20 años son la edad en que su potencial para quemar calorías alcanza su punto máximo”, dice el Dr. Peter Katzmarzyk. “Pero el estudio muestra que, los bebés tenían las tasas metabólicas más altas de todas”.

Y eso no es solo porque los bebés están ocupados triplicando su peso al nacer en su primer año. “Los bebés crecen rápidamente, lo que explica gran parte del efecto. Sin embargo, después de controlar esto, sus gastos de energía tienden a ser más altos de lo que se esperaría para el tamaño de su cuerpo”, señaló el Dr. Corby Martin.

Otros factores

Después del aumento inicial en la infancia, el metabolismo de una persona se ralentiza aproximadamente un 3% cada año hasta los 20 años, cuando se estabiliza en una nueva normalidad.

Sorprendentemente, los «estirones» de la adolescencia no generaron un aumento en las necesidades calóricas diarias después de que los investigadores tomaron en cuenta el tamaño corporal. Los metabolismos de las personas eran más estables entre los 20 y los 50 años. Además, las necesidades calóricas durante el embarazo no aumentaron más de lo esperado.

Los datos sugieren que nuestro metabolismo realmente no comienza a declinar nuevamente hasta después de los 60 años. La desaceleración es gradual, solo 0.7% al año pero, una persona de 90 años necesita un 26% menos de calorías cada día que alguien de mediana edad. Por lo tanto, habrían otros factores detrás, relacionados, quizá, al estilo de vida o la composición corporal.

“Este estudio muestra que las células de trabajo realizan cambios a lo largo de la vida útil de maneras que antes no podíamos apreciar por completo. Pero conjuntos de datos masivos como en el que colaboramos nos permiten responder preguntas que no pudimos abordar

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