Un equipo de paleogenetistas utilizó un algoritmo para determinar cuál es el porcentaje exclusivo de Homo sapiens en nuestro genoma. Muestras de 282 genomas, incluyendo el de humanos modernos, neandertales y un denisovano, dieron como resultado un porcentaje muy bajo.
Un genoma que no nos pertenece
Es bien sabido que compartimos gran parte de nuestro genoma con otros organismos, ya sean animales o no, además del ADN de nuestros antepasados. Esto nos conduce a la siguiente interrogante, ¿qué cantidad de nuestro genoma es únicamente humano?
Según el trabajo publicado en Science Advances, solo entre el 1,5% y 7% de nuestro genoma es excluviamante Homo sapiens, una cifra bastante impresionante.
Los científicos detrás de la investigación buscaban identificar todos los eventos de mezcla, o mestizaje, entre neandertales y H. sapiens, por ejemplo. Este sistema ayudaría a determinar qué regiones de nuestro genoma son únicas para nosotros.
Con ese objetivo, crearon un algoritmo llamado SARGE (Estimador de gráficos de recombinación ancestral rápida), el cual les permitió trazar el viaje de nuestros genes a través del tiempo y especies, algunos separándose y otros uniéndose en diferentes puntos. Para esto último, se valieron de una herramienta conocida como «gráfico de recombinación ancestral».
El equipo escribió que mediante ese gráfico, mapearon «la ascendencia neandertal y denisovana, la clasificación de linaje incompleto y la ausencia de ambos en los genomas humanos modernos». Los genomas analizados con SARGE constituían 279 provenientes de humanos modernos de África y otros lugares, dos genomas neandertales de alta calidad y un genoma denisovano de alta calidad.
Cambios adaptativos
Los resultados muestran la evidencia de «al menos una ola de mezcla neandertal en los antepasados de todos los no africanos». Junto con el 1,5 al 7% del genoma exclusivo de los humanos modernos. Asimismo, encontraron «evidencia de múltiples estallidos de cambios adaptativos específicos de los humanos modernos dentro de los últimos 600.000 años que involucran genes relacionados con el desarrollo y la función del cerebro«.
Claramente, el porcentaje determinado constituye un rango muy amplio. Sin embargo, el equipo cree que con más muestras genómicas en próximos estudios, se logrará reducirla hasta una cifra más específica.
En el pasado, análisis genéticos revelaron que tenemos más porcentaje de genes neandertales de los que podríamos imaginar, pero aún no es posible concluir una cifra en definitiva. Aparte, hay otro aspecto que se plantea resolver en el futuro. Deberán descubrir lo que SARGE no puede decirles: ¿por qué ocurrieron las ráfagas de cambios adaptativos en determinados momentos?
Richard Green, paleogenetista involucrado en el estudio, señala que «es bastante tentador especular que una o más de estas explosiones estuvieron involucradas en el comportamiento increíblemente social que tienen los humanos, mediado en gran parte por nuestro control experto del habla y el lenguaje».
A pesar de no ser únicamente nuestro, el genoma siempre nos revelará información sobre lo que fuimos y lo que somos.