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Sin hogar y con abundante basura: los pulpos se refugian en los desperdicios

Todos producimos desechos, ya sea en mayor o menor medida, a tal punto que nuestra basura es ahora omnipresente. Y no hay nada más desgarrador que ver a otros sufriendo las consecuencias de lo que causamos. Esto aplica para todos los seres vivos, humanos o no.

Tal es el caso de las comunidades más vulnerables del planeta, que sobreviven en y a costa de los desperdicios de otros. Dentro de las comunidades marinas, algunas especies han reemplazado sus hogares tradicionales por basura.

Vivir en la basura

Así lo demuestra una revisión sistemática de fotografías y videos submarinos de todo el mundo que ha contado 24 especies de cefalópodos viviendo en desperdicios.

En muchos sentidos, la reproducción y supervivencia del pulpo hoy en día dependen de nuestros desechos. Durante años, los biólogos marinos han observado que ponen sus huevos en plástico o redes de pesca abandonadas. Incluso los han visto usando botellas de vidrio, vasijas de cerámica, tubos de metal, latas oxidadas o vasos de plástico para poner un techo sobre sus cabezas.

Porque mientras la basura abunda, sus casas desaparecen. Como señalan los investigadores en su estudio, en áreas donde los turistas humanos han recolectado demasiadas conchas marinas, los cefalópodos se han visto obligados a adaptarse o perecer.

Las conchas se han vuelto tan escasas y los desechos humanos tan comunes que cinco imágenes muestran a pulpos compitiendo entre sí por un refugio artificial.

No les estamos proporcionando casas

Muchos podrán pensar que la basura tiene una utilidad para los pulpos, pero, en palabras de los autores de la revisión, «cualquier efecto positivo aparente también tendrá varias consecuencias perjudiciales e indirectas». Algunos desechos exponen a los cefalópodos a químicos tóxicos o metales pesados.

De hecho, para algunas especies no hay registros oficiales de que estén utilizando elementos naturales como refugio. Entre ellas tenemos al recientemente descrito pulpo pigmeo de Brasil (Paroctopus cthulu), los cuales solo han sido observados refugiándose en basura, como latas de cerveza arrojadas regularmente por los barcos turísticos.

En total, los autores pudieron recopilar 261 imágenes y videos submarinos de pulpos interactuando con desechos marinos. El material se recopiló de redes sociales (con los permisos respectivos) y de instituciones de investigación marina. Así encontraron que incluso los pulpos de aguas profundas en el Mediterráneo están haciendo uso de la basura que se hunde. Esta es la primera vez que se registra algo así.

Vidrio o plástico

Sobre el material más usado por los pulpos, los científicos esperaban que fuera el plástico, pero más del 40% de las interacciones de pulpo fueron con botellas de vidrio, usadas como refugio. En contraste, el 24% de las interacciones fueron con recipientes plástico, y los pulpos no se escondían dentro de los recipientes.

«La textura del vidrio puede ser más similar a la textura interna de las conchas marinas, no como la del plástico, lo que contribuye a su uso como refugio. Además, los cuellos de botella de vidrio hacen que sea mucho más difícil para los depredadores hambrientos llegar al interior».

En los registros, la especie más comúnmente registrada que interactuaba con nuestros desechos parecía ser el pulpo cocotero (Amphioctopus marginatus). Esta especie generalmente cubre su cabeza y cuerpo con corteza de coco, al mismo tiempo que permite que sus patas se deslicen por el lecho marino para buscar alimento. Esto se conoce como ‘caminar sobre zancos’, y en la revisión, habían 9 relatos de pulpos que usaban desechos humanos para hacer precisamente eso.

Es terrible.

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