Icono del sitio Robotitus

Si quieres vivir más tiempo, estar en forma es más importante que estar delgado

Storyblocks

La obesidad suele considerarse una de las principales causas de muerte prematura, pero un nuevo estudio revela algo sorprendente: estar en forma es más importante que estar delgado para vivir más tiempo. Aunque la obesidad se relaciona con varios problemas de salud, la aptitud cardiorrespiratoria tiene un impacto mayor en la longevidad y la calidad de vida.

El kinesiólogo Nathan Weeldryer, de la Universidad de Virginia, explica que a menudo asociamos peso corporal con salud, pero esto no siempre es cierto. Su equipo analizó datos de 20 estudios realizados entre 1980 y 2023, que incluyeron a casi 400 000 personas. Encontraron que las personas obesas pero en forma tenían un riesgo de muerte prematura similar al de quienes tenían un peso normal y estaban en forma. Incluso, alguien obeso y en forma podría vivir más tiempo que una persona con peso normal pero sedentaria.

Esto no significa que el peso sea irrelevante, pero destaca la importancia del ejercicio para nuestra salud general. Según Siddhartha Angadi, fisiólogo del ejercicio de la misma universidad, el ejercicio no solo quema calorías, sino que actúa como una «medicina» que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y muerte en personas de cualquier tamaño.

El estudio también señala que, aunque la obesidad afecta al cuerpo de muchas formas —como aumentar el riesgo de diabetes, hipertensión, cáncer y enfermedades del corazón—, la relación entre obesidad y muerte prematura no es tan directa como parece. Lo que sí está claro es que una buena capacidad cardiorrespiratoria, que se mejora con el ejercicio, puede contrarrestar muchos de los efectos negativos de la obesidad.

Los investigadores destacan que enfocarse únicamente en la pérdida de peso puede ser contraproducente. Por ejemplo, las dietas yo-yo, que implican ciclos repetidos de pérdida y ganancia de peso, conllevan riesgos para la salud comparables a los de la obesidad misma. En cambio, priorizar la actividad física y mejorar la aptitud aeróbica podría ser una estrategia más efectiva y sostenible.

Glenn Gaesser, fisiólogo del ejercicio de la Universidad Estatal de Arizona, afirma que mejorar la capacidad aeróbica ayuda a mitigar los riesgos de salud asociados con la obesidad. Esto significa que caminar, correr, nadar o simplemente mantenerse activo puede marcar una gran diferencia en nuestra salud a largo plazo.

El este estudio refuerza la idea de que mantenerse activo y en forma es clave para vivir más tiempo y mejor, independientemente del peso. La investigación fue publicada en el British Journal of Sports Medicine y podría transformar la forma en que abordamos la salud pública, centrándonos más en promover el ejercicio que en perseguir un número específico en la balanza.

Fuente: Science Alert

Salir de la versión móvil