La edad biológica no se puede disimular y el ser infeliz la vuelve más notoria, pues, de acuerdo a un nuevo estudio, la mala salud mental nos haría envejecer más que las enfermedades y los hábitos físicos, incluido el tabaquismo.
Nuestro reloj interno no marca, necesariamente, lo mismo que nuestra edad cronológica. Para saber que tan jóvenes o viejos somos de manera biológica debemos considerar aspectos como la microbioma intestinal o marcadores de inflamación en la sangre. Desafortunadamente, aún no es posible predecir nuestra «verdadera» edad, pero los científicos trabajan para conseguirlo.
Edad biológica
En el más reciente estudio de este tipo, publicado en Aging, investigadores de Estados Unidos y Hong Kong diseñaron un algoritmo informático para crear un nuevo reloj biológico que incorpora varios factores de salud psicológica y biomarcadores sanguíneos.
Este algoritmo fue entrenado con datos de casi 5000 adultos sanos (mayores de 45 años) en el conjunto de datos del Estudio Longitudinal de Salud y Retiro de China (CHARLS). Luego lo probaron con datos de otras 7000 personas.
Los científicos encontraron que los factores psicológicos, como sentirse infeliz o solo, sumaban hasta 1,65 años a la edad biológica de una persona. El efecto superó a otras características demográficas individuales, como el sexo biológico, el lugar de residencia, el estado civil y el tabaquismo.
«Llegamos a la conclusión de que el componente psicológico no debe ignorarse en los estudios sobre el envejecimiento debido a su impacto significativo en la edad biológica», escriben los autores.
Factores para el envejecimiento
Para determinar el estado de bienestar psicológico de los participantes, se consideraron ocho sentimientos: enojo, soledad, infelicidad, desenfoque, desesperación, depresión, desesperanza y temor. Si bien el espectro de emociones humanas es mucho más amplio, con estos se podrán conseguir predicciones más limitadas.
Cuando probaron el reloj en personas con cáncer, enfermedades cardíacas, enfermedades hepáticas, pulmonares o con accidentes cerebrovasculares, este predijo con precisión que eran mayores que sus contrapartes en la cohorte principal sana. Pero el efecto de estas condiciones sobre la edad predicha no superó los 1,5 años. Eso es un poco menos que el impacto agregado de todas las variables psicológicas juntas, que aceleraron el envejecimiento en 1,65 años, según el algoritmo.
Por otro lado, solo fumar agregó alrededor de 1,25 años de envejecimiento a los participantes. Esto no quiere decir que el tabaquismo es menos riesgoso que la depresión; fumar sigue siendo uno de los principales factores de riesgo de muchos tipos de cáncer y enfermedades cardíacas.
En ese sentido, en base a las predicciones del reloj, una persona que se siente sola (0,59 años adicionales de envejecimiento), rara vez se siente feliz (aumenta 0,35 años), muchas veces se siente desesperada (agrega 0,28 años) y tiene problemas para dormir (0,44 años más), podría tener un mayor impacto en su salud que si solamente fumara.
Los resultados muestran que el «impacto perjudicial del bajo bienestar psicológico es de la misma magnitud que las enfermedades graves y el tabaquismo. Por lo tanto, promover la salud mental puede considerarse una intervención antienvejecimiento con posibles beneficios [a la par] de enfoques terapéuticos físicos más tangibles», concluyen los investigadores.