El jefe de la agencia espacial rusa, Roscosmos, quiere regresar a Venus y traer muestras a la Tierra. Por si fuera poco, planea hacerlo con cohetes reutilizables que superen a los de SpaceX.
Mejores que los colegas estadounidenses
«Estamos haciendo un cohete de metano para reemplazar el Soyuz-2», explicó el jefe de Roscosmos, Dmitry Rogozin, en una entrevista con la agencia estatal de noticias RIA Novosti.
Según Rogozin, su cohete será reutilizable y será posible usarlo al menos 100 veces en su primera etapa.
«Por supuesto que estamos viendo lo que están haciendo nuestros colegas estadounidenses», dijo Rogozin. «Pero nuestros ingenieros están tratando de tomar un atajo, no repetir lo que están haciendo nuestros colegas de SpaceX, sino superarlos».
Rogozin también añadió no haberse impresionado con la nave de SpaceX, describiendo su aterrizaje fue “bastante duro”.
«No está diseñado para aterrizar en tierra, es exactamente por eso que los colegas estadounidenses optaron por aterrizar en el agua de la forma en que se hizo hace 45 años», añadió el jefe de la agencia espacial.
Durante muchos años Rusia había sido el único país que transportaba a los astronautas hacia la Estación Espacial Internacional. En ese sentido, el lanzamiento de SpaceX significó la pérdida de un ingreso considerable para Roscosmos. Un asiento en el Soyuz, el cohete ruso, le costaba a la NASA alrededor de 80 millones de dólares estadounidenses.
Volviendo a Venus
Si bien SpaceX con Elon Musk tienen sus ojos puestos en Marte, Rogozin tiene en mente regresar al otro planeta más cercano: Venus. “Siempre fue un ‘planeta ruso’”, sostuvo.
El siglo pasado, la Unión Sovietica fue la única que consiguió poner sondas en la superficie de este planeta.
Para Rogozin, explorar Venus es mucho más interesante que Marte. El jefe de Roscosmos añadió que estudiar a este planeta podría ayudar a los científicos a entender cómo combatir el cambio climático en la Tierra.
Recordemos que la atmósfera de Venus está compuesta casi completamente por dióxido de carbono (CO2). Esto hace que presente el efecto invernadero más intenso que hemos visto, convirtiéndolo en el planeta más caliente del sistema solar.
«Si no estudiamos lo que está sucediendo en Venus, entonces no entenderemos cómo evitar que ocurra un escenario similar en nuestro planeta», explicó Rogozin.
El jefe de Roscosmos también añadió que desea, en cooperación con estadounidenses o solos, traer muestras de la superficie de Venus. “Sería un gran avance”, agregó.
Durante la Guerra Fría, la Unión soviética investigó activamente a este planeta, por lo que tienen en el archivo bastante información que revisar. Según Rogozin, los científicos rusos se encuentran actualmente estudiando estos documentos relevantes de ese entonces. “Sabemos cómo hacerlo”.
Sin embargo, como muchas naciones del mundo, han sufrido recortes presupuestarios que ponen en riesgo muchos de los programas de investigación. “No entiendo cómo trabajar en estas condiciones”, se lamentó.
El clima del planeta atraviesa en estos últimos años un punto crítico. Las noticias y los estudios científicos sobre las consecuencias de atentar contra la naturaleza se presentan cada día. Estudiar a Venus podría ser una gran oportunidad para lo que le espera a la humanidad en las siguientes décadas.
Fuente: Phys.org