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Plasticosis: la primera enfermedad descrita causada por plástico

plástico

(Jennifer Lavers)

Científicos han identificado y descrito la primera enfermedad causada por microplásticos: plasticosis. Según lo expuesto en el Journal of Hazardous Materials, los fragmentos de plástico afilados pueden literalmente desgarrar algunas aves marinas desde el interior.

«Este estudio demuestra claramente la capacidad del plástico para inducir directamente la formación de tejido cicatricial grave en todo el órgano o ‘plasticosis’ en animales salvajes que viven en libertad, lo que probablemente sea perjudicial para la salud y la supervivencia individuales», escriben los investigadores.

«A medida que las emisiones de plástico continúan creciendo y la contaminación plástica es cada vez más frecuente en todos los entornos del mundo, la exposición de todos los organismos al plástico se vuelve inevitable».

 

Cicatriz interna

A la fecha, se estima que 1200 especies marinas son afectadas por la contaminación plástica, en casi todos los niveles de la cadena alimenticia. La pardela negruzca (Ardenna carneipes) es una ellas. A pesar de vivir en una pequeña y remota isla a 600 kilómetros de la costa del este de Australia, no escapa a este problema.

Cada otoño, los cuerpos de polluelos demacrados y desaliñados ensucian las playas de la isla. Los científicos han estado tratando de averiguar durante años por qué tantas de estas aves marinas están enfermas y muriendo.

Tras examinar los cadáveres de docenas de pardelas negruzcas de la isla de Lord Howe, especialistas del Museo de Historia Natural de Londres encontraron signos excesivos e irreversibles de tejido cicatricial en el estómago de las aves.

Este tejido se forma cuando una enfermedad, una lesión o una cirugía destruyen el tejido normal; por ejemplo tras una herida o una quemadura. En el caso de las aves, lo más probable es que la extensa cicatriz interna haya sido causada por pequeños trozos de plástico afilado que penetraron el revestimiento gástrico.

Sin la oportunidad de sanar, la primera cámara del estómago del ave, llamada proventrículo, crece distorsionada por el daño.

 

Plasticosis

Tras presenciar la necropsia de una pardela, una periodista describió su estómago como tan lleno de plástico que estaba «abultado… casi rompiéndose». Los investigadores contaron 202 piezas de plástico en total y no es el único caso. De hecho, cerca del 90% de las aves a las que se les realizó la necropsia en la isla de Lord Howe tenían plástico en el estómago.

La cicatrización constante y la inflamación crónica observada en los estómagos de aves marinas llenos de plástico hacen pensar a los científicos que se trata de una enfermedad fibrótica específica.

Esta ha sido llamada «plasticosis» para estar en consonancia con otras enfermedades fibróticas, como la silicosis y la asbestosis, que también se caracterizan por daños en los tejidos por contaminantes, excepto que en estos casos el daño ocurre en los pulmones.

El daño en el estómago por la contaminación plástica solo se ha identificado en los últimos dos años, y la mayor parte de esta investigación se ha llevado a cabo en el laboratorio entre roedores.

Los análisis en laboratorio han demostrado que los macroplásticos afilados ingeridos, de alrededor de 5 milímetros de tamaño, pueden bloquear, ulcerar o perforar el tracto digestivo. En casos severos, el animal puede incluso morir de hambre, ya que reducen el apetito.

Este estudio entre pardelas es el primero en mostrar que la plasticosis ocurre entre animales salvajes. ¿Cuántas otras especies mostrarán síntomas de plasticosis en el presente o futuro cercano?

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