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Paleontólogos descubren el cráneo de un depredador gigante que vivió mucho antes que los dinosaurios

(Márcio Castro)

(Márcio Castro)

Cuando pensamos en depredadores antiguos, generalmente imaginamos a los majestuosos dinosaurios. Sin embargo, el registro fósil tiene la capacidad de sorprendernos, y gracias a un cráneo, ahora conocemos a una aterradora bestia que dominó la Tierra 40 millones de años antes de que los primeros dinosaurios caminaran sobre ella.

 

Un terápsido temprano

Este fósil, de 265 millones de años de antigüedad, revela al mayor carnívoro de su época y fue encontrado en Brasil. Se trata de un depredador que acechaba las selvas en busca de desafortunadas presas. El cráneo fosilizado, de unos 36 cm, fue hallado casi completo junto con los huesos del esqueleto de la bestia, conocida como Pampaphoneus biccai.

«Este animal tenía un aspecto verdaderamente aterrador y, sin duda, infundía pavor en cualquier criatura que se cruzara en su camino», afirma la paleontóloga de la Universidad de Harvard, Stephanie Pierce.

Pampaphoneus encaja en el clado terápsido temprano dinocefalia, un grupo importante de animales terrestres generalmente grandes y aterradores que prosperaron antes que el T. rex y sus semejantes. A diferencia de otros dinocéfalos, Pampaphoneus era carnívoro y contaba con grandes y afilados dientes caninos adaptados para capturar presas.

«Su dentición y estructura craneal sugerían una mordida lo suficientemente poderosa para triturar huesos, al igual que las hienas modernas», indica Felipe Pinheiro, paleontólogo de la Universidad Federal de Pampa (UNIPAMPA) en Brasil.

El animal vivió al final del período Pérmico, justo antes de una extinción masiva, la más grande en la historia de la Tierra, que acabó con el 86 por ciento de las especies.

«Este fósil se encontró en rocas del Pérmico medio, en una región donde los hallazgos de huesos no son comunes, pero siempre nos brindan sorpresas gratas», comenta Mateus A. Costa Santos, paleontólogo de la UNIPAMPA y primer autor del estudio.

 

Aún era un crío

Anteriormente, se habían descubierto fósiles de otros dinocéfalos en Rusia y Sudáfrica, pero Pampaphoneus biccai es la única especie conocida en Brasil, y el equipo de investigación señala que este fósil bien conservado «revela nuevos rasgos previamente desconocidos para la especie», dado que se había encontrado un cráneo más pequeño en 2008.

El tamaño considerable de Pampaphoneus hace que criaturas como el inmenso anfibio Konzhukovia parezcan bocadillos. De hecho, Pampaphoneus desempeñaba un papel ecológico similar al de los grandes felinos modernos y era el depredador terrestre más grande del Pérmico en América del Sur.

No solo su tamaño impresionaba, sino que también tenía cráneos gruesos, una característica compartida con muchos dinocéfalos, lo que justifica su nombre en griego que se traduce como «cabeza terrible».

La información obtenida del análisis del cráneo sugiere que podría haber existido una versión aún más grande y temible de Pampaphoneus biccai, cuya mandíbula aún no ha sido identificada. Aunque se requieren más fósiles para confirmar esta hipótesis, esto plantea la posibilidad de que la «terrible cabeza» que se ha estudiado no pertenezca ni siquiera a un individuo adulto.

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