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Nuevo descubrimiento en tardígrado revela secretos de su resistencia a la radiación

La resistencia excepcional de los tardígrados, o «osos de agua», ha intrigado a los científicos durante años, y una especie recientemente descubierta ha revelado nuevos secretos sobre cómo enfrentan la radiación dañina. Un nuevo estudio publicado en Science de varias instituciones en China, los investigadores analizaron el genoma de la especie Hypsibius henanensis, descubierta hace seis años. Identificaron 14,701 genes que codifican proteínas, de los cuales 4,436 (30.2%) son exclusivos de los tardígrados.

Para entender mejor su resistencia, los científicos expusieron a estos diminutos organismos a radiación intensa. Observaron cambios en la expresión génica y la producción de proteínas, buscando pistas sobre las «superpotencias» biológicas que protegen a los tardígrados. «Los estudios sobre varias especies de tardígrados han documentado que son los animales más tolerantes a la radiación en la Tierra», escriben los investigadores en su artículo.

Este equipo descubrió tres mecanismos clave de defensa. En primer lugar, el gen Doda1, posiblemente transferido de bacterias, produce pigmentos betalainas, que neutralizan moléculas dañinas generadas por la radiación. En segundo lugar, el ADN de los tardígrados se repara a una velocidad impresionante, gracias a una proteína exclusiva llamada TRID1. Y tercero, las proteínas BCS1 y NDUFB8, cruciales para el suministro de energía, aumentan su producción bajo radiación.

Tres procesos contribuyen a la tolerancia a la radiación. (Li et al., Science, 2024)

Estos mecanismos ya conocidos, como la rápida reparación del ADN, se observan ahora con mayor detalle en H. henanensis, lo que profundiza en cómo estos «osos de agua» logran sobrevivir en entornos hostiles. Al combinar estos tres procesos, los tardígrados pueden protegerse eficazmente contra los efectos de la radiación.

El estudio plantea preguntas sobre si estas adaptaciones son comunes a todas las especies de tardígrados o específicas del género Hypsibius. Los científicos pretenden investigar esto en futuros estudios. Actualmente, existen alrededor de 1,500 especies de tardígrados conocidas, y este estudio respalda investigaciones previas sobre Hypsibius exemplaris, otra especie que también aumenta la actividad de los genes de reparación en respuesta a la radiación.

Los resultados de este estudio van más allá de los tardígrados. A pesar de su tamaño diminuto, los mecanismos de supervivencia de estos animales pueden ofrecer claves para proteger a los humanos en entornos extremos, como en misiones espaciales de larga duración.

Se cree que los tardígrados aparecieron por primera vez hace aproximadamente 541 millones de años, antes del período Cámbrico. Esta longevidad sugiere que cuentan con una serie de «trucos» biológicos esenciales para su supervivencia. «La capacidad de los tardígrados para sobrevivir en condiciones extremas sigue redefiniendo nuestros conceptos sobre los límites de la vida animal en la Tierra», concluyen los investigadores.

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