Construidas a partir de 13 años de datos de la nave espacial Cassini, estas nuevas y mejoradas imágenes muestran a Titán sin su atmósfera densa y brumosa.
La atmósfera dispersa la luz visible, lo que hace que sea imposible ver hacia abajo a la superficie, pero deja pasar algunas longitudes de onda de luz infrarroja.
El uso de detectores infrarrojos le permitió a Cassini perforar el velo y mirar hacia la superficie de la luna helada, revelando sus dunas onduladas y mares grasientos de metano.
La nave espacial Cassini finalizó su misión al estrellarse en Saturno en septiembre de 2017, por lo que estas son probablemente las mejores imágenes que tendremos de la superficie de Titán durante al menos una década. Sin embargo, se siguen procesando datos de Cassini por lo que aún continuará proporcionándonos nueva información en los próximos años.
Titán en particular es de interés para los investigadores debido a su potencial para la vida a diferencia de todo lo que vemos en la Tierra. Es el único otro lugar en el sistema solar con líquido en su superficie, y está repleto de los tipos de productos químicos complejos necesarios para los organismos vivos.
Pero no importa cuán buenas sean nuestras imágenes, no podemos examinar esa química en detalle o buscar vida desde muy por encima de la superficie. Es por eso que la NASA está considerando una nueva misión allí, llamada la misión Dragonfly, que enviaría un avión no tripulado volador para explorar la superficie de Titán. Si esta misión es seleccionada para su financiación, se lanzará en el 2025 y llegará a Titán en el 2030.
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Fuente: Space.com
