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Nuestro cerebro puede alcanzar temperaturas mayores a 38 °C en un día normal y saludable

Nuestra temperatura corporal óptima se encuentra por debajo de los 37°C y sabemos que cuando aumenta hay problemas. No obstante, el cerebro humano trabaja a una temperatura muy por encima de lo que pensábamos.

De hecho, algunas zonas del cerebro pueden alcanzar los 40°C dependiendo del sexo, la hora del día y varios otros factores; así lo afirma una nueva investigación publicada en Brain. Esto no quiere decir que tu cerebro se esté asando vivo, sino todo lo contario, tiene mucha salud.

«Para mí, el hallazgo más sorprendente de nuestro estudio es que un cerebro humano saludable alcanza temperaturas que serían diagnosticadas como fiebre en cualquier otra parte del cuerpo«, comenta el biólogo John O’Neill del Medical Research Council (MRC), Reino Unido.

Cerebros sanos

En el pasado, los datos tomados de personas con lesiones cerebrales eran la principal fuente de información sobre la temperatura del cerebro. Tales datos mostraban temperaturas muy altas, las cuales se pensaban que eran resultado de la lesión, explica O’Neill.

Con el objetivo de superar esta limitación, el equipo de O’Neill tomó imágenes por espectroscopia de resonancia magnética (MRS) del cerebro de personas sanas entre los 20 y 40 años. Luego complementaron la información con datos sobre los ritmos circadianos y la hora del día.

Los patrones químicos a través de campos magnéticos obtenidos con MRS mostraron que, en promedio, su temperatura cerebral fue de 38.5°C, más de 2 grados más alta que debajo de la lengua. Se observaron variaciones según la hora del día, la región del cerebro, la edad, el sexo y el ciclo menstrual en el caso de las participantes.

Variaciones de la temperatura

Los cerebros femeninos estaban en promedio alrededor de 0,4 °C más calientes que los cerebros masculinos, esto puede deberse al ciclo menstrual. Por otro lado, la temperatura cerebral más alta registrada fue de 40,9 °C. Las variaciones diarias promediaron alrededor de 1 °C, con las partes externas del cerebro generalmente más frías.

«Descubrimos que la temperatura del cerebro desciende por la noche antes de ir a dormir y aumenta durante el día», indica O’Neill. «Hay buenas razones para creer que esta variación diaria está asociada con la salud cerebral a largo plazo, lo cual esperamos investigar más adelante».

Pruebas adicionales en 114 personas que habían sufrido una lesión cerebral traumática (TBI) mostraron una temperatura mucho más variada, de 32,6 °C a 42,3 °C. Al parecer existe un vínculo entre el ritmo de la temperatura cerebral y la posibilidad de sobrevivir a una TBI, aunque se necesitarán más estudios al respecto.

«Que un ritmo diario de la temperatura cerebral se correlacione tan fuertemente con la supervivencia después de una TBI sugiere que la medición de la temperatura cerebral las 24 horas del día tiene un gran valor clínico«, afirma Nina Rzechorzek, neuróloga del MRC.

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