Parece obvio, pero beber agua es esencial para mantener una buena salud. Ahora, un nuevo estudio indica que estar bien hidratado está relacionado a menos afecciones de salud crónicas y tener una vida más larga. Los detalles se publicaron en eBioMedicine.
Los resultados se basan en datos recopilados durante 25 años de más de 11,000 adultos en los EE.UU. Los participantes asistieron a sus primeras visitas médicas entre los 45 y los 66 años, y luego regresaron para sus seguimientos entre los 70 y los 90 años.
El estudio
Los investigadores fueron dirigidos por Natalia Dmitrieva, del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre. Primero observaron los niveles de sodio en la sangre de los participantes como un indicador de la hidratación. Esto debido a que las concentraciones más altas señalan que probablemente no estaban consumiendo suficientes líquidos.
Luego encontraron que los participantes con niveles altos de sodio en la sangre envejecían fisiológicamente más rápido que aquellos con niveles más bajos. Esto se reflejó en los marcadores de salud asociados con el envejecimiento, como presión arterial alta, colesterol y azúcar en la sangre.
Todos los participantes del estudio tenían concentraciones de sodio en la sangre consideradas dentro del rango normal: 135 a 146 milimoles por litro. Pero las personas con niveles más altos tenían más probabilidades de contener niveles elevados de hasta 15 marcadores diferentes de salud biológica y envejecimiento.
Incluso las personas con niveles de sodio en sangre superiores a 142 milimoles por litro tenían un riesgo elevado de desarrollar ciertas enfermedades crónicas. Los males más recurrentes eran insuficiencia cardiaca, accidente cerebrovascular, enfermedad pulmonar crónica, diabetes y demencia, encontró el equipo.
Más agua
Los autores sugieren que una adecuada y constante hidratación debe sumarse a actividades saludables como hacer ejercicio y tener una buena alimentación. En conjunto todos estos hábitos ralentizarían aún más el proceso de envejecimiento.
No obstante, los autores advirtieron que se necesita más investigación para determinar si una buena hidratación puede ayudar a retrasar el envejecimiento, o prevenir enfermedades. Es más probable que la deshidratación crónica acelere el proceso de envejecimiento en vez de que una buena hidratación ayude a retrasarlo.
Actualmente, aproximadamente la mitad de la población mundial no llega a la ingesta diaria recomendada de alrededor de 1,5 litros al día. Hay una variedad de razones para eso, entre ellas el acceso a agua limpia y potable. Garantizar un suministro de agua potable debería ser la prioridad número uno para mantener la salud de todos.
Para aquellos con muchas opciones, aumentar esa fracción podría marcar una diferencia significativa en el riesgo de enfermedad y mortalidad. «A nivel mundial, esto tendría un gran impacto», dice Dmitrieva.
La disminución del contenido de agua corporal es el factor más común que aumenta el sodio sérico. “Por eso los resultados sugieren que mantenerse bien hidratado puede ralentizar el proceso de envejecimiento y prevenir o retrasar las enfermedades crónicas», finaliza Dmitrieva.