El rover Perseverance de la NASA ha capturado una nueva imagen de Marte que ha desconcertado a muchos: lo que parece ser una cabeza humana desecada y en descomposición, descansando bajo la luz del Sol marciano.
Sin embargo, obviamente, no se trata de una cabeza real, sino de una roca.
La fotografía fue tomada el 27 de septiembre de 2024, y aunque a simple vista el objeto tiene la forma de una cabeza con rasgos faciales como frente, nariz, boca y mentón, en realidad es solo un fragmento de arenisca sedimentaria, común en la superficie marciana.
Su forma y orientación frente a la cámara crean la ilusión de que es algo más.
Pareidolia
Este fenómeno es conocido como pareidolia, la tendencia del cerebro humano a identificar formas significativas en objetos o patrones aleatorios.
En Marte, esto ha ocurrido en numerosas ocasiones, con rocas que han sido interpretadas como el rostro de un oso, hongos, una figura de guerrero, el «Pie Grande» en miniatura, e incluso cucharas y huesos.
Es un truco visual que el cerebro humano ejecuta al procesar sombras y formas, dando lugar a interpretaciones sorprendentes.
La pareidolia ocurre con frecuencia en la Tierra también.
Un ejemplo conocido es el proyecto «Google Faces» de Onformative, donde se identifican formas similares a rostros en imágenes de Google Earth.
Entre los ejemplos más famosos está el «Guardian de Badlands», una formación natural que parece un rostro humano gigante.
Incluso, se han hallado supuestas caras en granos de arena individuales y en el mismo Sol.
Marte sigue desierto
Aunque el fenómeno es fascinante, sigue siendo una simple coincidencia que una roca en Marte tenga una forma semejante a una cabeza humana.
A día de hoy, no se ha encontrado evidencia de vida compleja en el planeta rojo.
A medida que la humanidad planea futuras misiones tripuladas a Marte, es posible que algún día nosotros mismos dejemos objetos misteriosos que confundan a futuros exploradores, tal como ahora nos sorprenden estas curiosas rocas.