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Mientras intentamos agudizar nuestra visión, sufrimos una pasajera «ceguera»

(GETTY IMAGES)

Mientras observamos todo a nuestro alrededor, nuestros ojos van reajustándose, como si del lente de una cámara se tratase. Cuando eso pasa, por un breve instante, nos quedamos ciegos. Para entender mejor esta ceguera pasajera, un equipo de investigación ha analizado la fóvea, parte de la retina responsable de la visión central detallada y aguda.

Movimientos sacádicos

Cuando ajustamos nuestra vista, en el ojo ocurren unos movimientos llamados sacadas que sirven para actualizar la imagen proyectada en los bastones y en los conos de la retina. La microsacadas son movimientos de poca amplitud, aproximadamente 20 segundos de arco por movimiento, y son completamente imperceptibles en condiciones normales. El nuevo estudio publicado en PNAS, muestra cómo estas microsacadas también desactivan temporalmente nuestra visión.

«Observamos que las microsacadas van acompañadas de breves períodos de supresión visual durante los cuales somos esencialmente ciegos», dice Janis Intoy, científica de la visión de la Universidad de Rochester. «Nuestros resultados muestran que el centro mismo de la mirada sufre modulaciones drásticas y rápidas cada vez que redirigimos nuestra mirada».

Es pertinente aclarar que la ceguera temporal durante los cambios de mirada más grandes, como mirar hacia una pantalla de computadora, ya ha sido documentada. Pero los investigadores querían saber si los cambios de mirada más agudos funcionaban de la misma manera.

Con ese objetivo, trabajaron con seis voluntarios encomendados a la difícil tarea de buscar pulgas que saltaran sobre un parche de pelo. Siendo honestos, nadie se expuso a incómodas picaduras, las pulgas no eran pulgas sino puntos en un «fondo de campo de ruido naturalista» en una computadora. Los voluntarios presionaban un botón en un joypad tan pronto como vieran saltar «pulgas».

Estabilidad visual

Para registrar las fóveas, utilizaron  un escáner ocular especializado y esto les permitió demostrar la «ceguera». Los experimentos revelaron que los voluntarios no podían ver las pulgas digitales inmediatamente antes e inmediatamente después de los cambios de mirada, incluso cuando aparentemente las estuvieran mirando directamente.

Aún no se tiene una explicación completa sobre porqué nuestros ojos actúan de esa manera. Pero es probable que sea una forma de mantener nuestra visión fija y estable mientras nuestra mirada vaga por ahí. Sin embargo, otras investigaciones serán necesarias para precisar más en la hipótesis.

«Es probable que esta breve pérdida de visión se produzca de modo que no veamos la imagen del mundo cambiando cada vez que movemos los ojos. Al suprimir la percepción durante los movimientos sacádicos, nuestro sistema visual es capaz de crear una percepción estable«.

Estos pequeños momentos de supresión de la visión ocurren tan rápido que no somos conscientes de que están sucediendo. Tampoco somos conscientes de todos los cambios microscópicos de la mirada que ocurren mientras observamos lo que nos rodea. Pero podemos saber de ellos gracias a las herramientas de escaneo altamente precisas:

«En nuestro laboratorio, tenemos las herramientas de alta resolución para estudiar la visión a esta pequeña escala, mientras que otras investigaciones se han centrado históricamente en las regiones periféricas del ojo, donde no se requiere tanta precisión«, comentan los autores.

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