Las disposiciones adoptadas para frenar la pandemia de Covid-19, como el quedarse en casa y evitar el contacto, parecen haber ayudado a reducir la diversidad de virus de la influenza, favoreciendo la producción de vacunas.
Diversidad de virus
La influenza es una enfermedad respiratoria causada por múltiples virus que infectan la nariz, la garganta y los pulmones. Puede manifestarse como una enfermedad grave o leve. Como toda enfermedad vírica es más compleja de lo que podría verse ya que hay distintos virus y clados (grupos) de virus que la causan. En términos mayores, tenemos a los virus de la Influenza tipo A y los virus de la Influenza tipo B causantes de la enfermedad en humanos.
Dentro de cada uno de estos hay subtipos víricos, los cuales se determinan en función a las proteínas de membrana que posee. Los subtipos del tipo A son los virus H1N1 y H3N2. Estos a su vez se dividen en distintos clados y subclados genéticos. En el último caso los virus H3N2 tienen mayor diversidad que los H1N1.
Los virus del tipo B no tienen subtipos, aunque sí se clasifican en dos linajes, B/Yamagata y B/Victoria. Estos a su vez se clasifican en clados y subclados específicos.
(Centro para el Control y Prevención de Enfermedades)
Para la realización de la vacuna contra la influenza en el pasado, solo uno de los dos linajes B se incluía en ellas a fin de frenar la influenza cada año. Sin embargo, ahora la mayoría de las disponibles son tetravalentes, es decir que incluyen los subtipos A y ambos linajes B.
Comportamiento inusual pero ventajoso
Aún así, realizar una vacuna distinta contra la influenza cada año no es cosa sencilla; mientras más diferencias genéticas existan entre los grupos víricos, más difícil es la decisión de cuáles incluir cada año. Esto debido a que la vacuna capaz de proteger razonablemente bien contra un grupo puede funcionar mal si la del otro grupo resulta ser el dominante en un invierno determinado. Además, debemos considerar que los virus de la influenza están en constante evolución para evadir las defensas de nuestro organismo.
La situación con el desarrollo de las vacunas se puso más tensa aún, cuando hace algunos años el subtipo H3N2 comenzó a comportarse de manera inusual. Se distanció cada vez más, genéticamente hablando, de los demás grupos.
No obstante, un suceso inesperado le ha otorgado a los científicos una ventaja sobre los virus. Debido todas las medidas para detener el contagio del SARS_CoV_2, como el uso de mascarillas, el aislamiento, restricciones de viajes, entre otras, uno de los clados de H3N2 parece haber desaparecido. Y quizá ha sucedido lo mismo con el linaje B/Yamagata.
Ninguno de los dos ha sido detectado en más de un año, desde marzo del 2020 cuando se analizaron por última vez las secuencias virales de B/Yamagata y del clado 3c3A de H3N2, para luego cargarlas en la base de datos GISAID, utilizada en el monitoreo de la evolución de los virus de la influenza a nivel mundial.
El mundo es grande y lleno de posibilidades
Según los expertos, esto facilitaría la selección virus, realizada dos veces al año, a fin de incluirlos en las vacunas contra la influenza en ambos hemisferios. A pesar de ello, Trevor Bedford, biólogo computacional de Fred Hutchinson Cancer Research Center en Seattle, advierte: «creo que hay una buena posibilidad de que el clado H3N2 realmente haya desaparecido. Pero el mundo es un lugar grande«.
Podría ser también que esta disminución de cargas en la base datos GISAID, se deba a que los laboratorios están priorizando el trabajo sobre el virus de la Covid-19. Sin embargo, es innegable que hay mucha menos transmisión de la gripe en todo el mundo y ese es un factor muy importante.
“Sin duda, esto definitivamente cambiará algo en términos de la diversidad de virus de la gripe existentes. Nunca habíamos visto esto antes”, enfatizó Richard Webby, director del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud para Estudios sobre la Ecología de la Influenza en Animales y Aves.
De acuerdo con este especialista, los virus B / Yamagata no se han ido, sino que podrían estar en silencio y después de un tiempo reaparecer. Aunque sí es muy probable que se pierda un poco de diversidad de H3N2; «si tenemos que elegir un [subtipo] para perder diversidad, ese sería el indicado«, señaló el Dr. Webby.