Una nueva investigación evidencia la flexibilidad de nuestros rostros para transmitir una amplia gama de emociones.
Categorías emocionales
Cuántas veces hemos visto ejercicios de actuación en los que se reflejan las emociones de tristeza, alegría, cólera; pero, siendo nuestras emociones tan complejas nuestros rostros deben ser muy flexibles para demostrarlas. Un reciente estudio explora la versatilidad de los rasgos faciales mediante un sofisticado software de gráficos y demuestra que las expresiones faciales son tan diversas como los rostros mismos.
«Esta investigación aborda la cuestión fundamental sobre cómo las expresiones faciales logran la compleja tarea de señalización para comunicar mensajes emocionales«, dice Rachael Jack, coautora del estudio publicado en Current Biology.
Los autores mostraron a 100 participantes una variedad de rostros generados por computadora y les pidieron que los ubicaran en una de las seis categorías tradicionalmente utilizadas para agrupar emociones: alegría, sorpresa, miedo, disgusto, enfado y tristeza. También debían decir si expresaban positividad o negatividad, o qué tan ‘activada’ se veía la cara: calmada o emocionada.
Señales multiplexadas
Los movimientos faciales, llamados unidades de acción (AU), que combinaban una categoría y una dimensión fueron etiquetados como multiplexados. De 42 AU diferentes, desde el cierre de los ojos hasta la caída de la mandíbula, 26 obtuvieron la insignia multiplexada.
Es decir, las señales multiplexadas se dan cuando una nariz arrugada puede transmitir tanto la dimensión (por ejemplo negatividad) como una categoría emocional específica (por ejemplo tristeza) y un estado de mucha excitación o de calma.
«Utilizando rostros generados por computadora combinados con respuestas subjetivas de percepción humana y herramientas analíticas novedosas, mostramos que las expresiones faciales pueden comunicar combinaciones complejas de información emocional a través de señales faciales multiplexadas».
«Las expresiones faciales pueden representar conjuntamente categorías de emociones específicas y amplias dimensiones para los perceptores a través de componentes de señales faciales multiplexados», escriben los investigadores.
Rostros virtuales
Este estudio plantea otras cuestiones bastante interesantes, como la relación que establecemos entre algunas categorías emocionales y la amplitud de estas. En ese sentido, si percibimos un gesto negativo usualmente lo asociamos con la tristeza, pero, ¿es siempre así?. De ahí que sería interesante indagar más sobre cómo percibimos las emociones expresadas a través de los rostros de otras personas.
Además, estos mismos resultados también podrían ser útiles para las investigaciones sobre robótica y realidad virtual, pues es crucial que los rostros artificiales estén diseñados para transmitir los sentimientos que supuestamente deben transmitir.
«Estos resultados hacen avanzar nuestra comprensión fundamental del sistema de comunicación humana con implicaciones directas para el diseño de una IA socialmente interactiva, incluidos robots sociales y avatares digitales a fin de mejorar sus capacidades de señalización social», comenta Jack.
Finalmente, este estudio nos recuerda la importancia de los mecanismos que nos han ayudado a construir sociedades, como la capacidad de decodificar las expresiones del otro.