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Los hongos en la piel podrían producir un potente antibiótico para combatir infecciones

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¿Sabías que un hongo que vive en tu piel podría estar salvándote la vida sin que te des cuenta?

Se llama Malassezia sympodialis y es parte del microbioma normal de tu piel. Resulta que este hongo produce un ácido que frena a una bacteria súper peligrosa: Staphylococcus aureus.

Esta bacteria, también conocida como estafilococo dorado, puede causar infecciones graves e incluso mortales. Cada año, mata a más de un millón de personas en el mundo.

Pero el hongo que vive en tu piel genera un ácido llamado 10-hidroxiácido palmítico (10-HP), que en ambientes ácidos como la piel, frena el crecimiento de esta bacteria.

Este descubrimiento lo hizo un equipo de la Universidad de Oregon y fue publicado en la revista Current Biology. Es algo que podría cambiar la forma en que combatimos infecciones.

Los científicos, liderados por Caitlin Kowalski, usaron muestras de piel humana para ver cómo actuaba el hongo. Y sí: el ácido estaba ahí, cumpliendo su función antimicrobiana.

Cuando pusieron Staphylococcus aureus en contacto con este hongo en el laboratorio, después de dos horas, la mayoría de las bacterias se redujeron más de 100 veces.

Eso es muchísimo. Pero también descubrieron que con el tiempo, la bacteria empieza a desarrollar resistencia al ácido, como lo hace con los antibióticos.

Lo curioso es que otras bacterias menos peligrosas del mismo tipo ya aprendieron a convivir con el hongo sin problema. Parece que encontraron una manera de sobrevivir juntas.

Esto sugiere que todavía sabemos poco sobre cómo los microorganismos de nuestra piel se relacionan entre sí. Y lo que sí sabemos ahora, es que esa relación puede salvarnos.

El investigador Matthew Barber dijo que encontrar este ácido fue como hallar una aguja en un pajar. Pero vale la pena buscar más, porque hay mucho que no entendemos.

Kowalski ahora quiere estudiar cómo Staphylococcus aureus se vuelve resistente a los tratamientos. Entender eso es clave para frenar su avance.

El problema es que esta bacteria puede resistir todos los antibióticos que tenemos. Por eso, encontrar nuevas defensas naturales como esta es un gran paso.

Solo en Estados Unidos, las infecciones por esta bacteria mandan al hospital a medio millón de personas cada año. No es poca cosa.

Saber que nuestra piel tiene formas naturales de defenderse podría abrir la puerta a tratamientos más simples y efectivos. No siempre hay que inventar algo nuevo.

Como dijo Kowalski: lo interesante de este estudio es que no descubrieron una sustancia nueva, sino que le encontraron una nueva función a algo que ya conocíamos.

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