El concepto del cero, tal como se usa en un sistema numérico, fue desarrollado por la sociedad humana alrededor del siglo V d.C. Los sistemas más antiguos no consideraban la ausencia de elementos en un conjunto. Por ese motivo, lo que neurocientíficos acaban de descubrir es sin duda sorprendente. Según un artículo publicado el mes pasado en The Journal of Neuroscience, los cuervos son capaces de entender el concepto abstracto de «cero».
El cero
«Lo especial del cero es que no encaja en una rutina de contar objetos reales, como ocurre con los números enteros», comenta el profesor Andreas Nieder, del Instituto de Neurobiología de la Universidad de Tübingen en Alemania. Por ejemplo, si existen cinco plátanos en una canasta, estos pueden ser contados. Pero si frente a nosotros tenemos una canasta vacía, no hay plátanos para realizar el ejercicio mental de contar. El cero representa la ausencia de plátanos y «eso obviamente requiere un pensamiento muy abstracto … uno que se separa de la realidad empírica«, explica Nieder.
Los cuervos son esas elegantes y oscuras aves famosas en todo el reino animal. Su fama se debe a las habilidades cognitivas extraordinarias que posee. Entre ellas, la habilidad de reconocer la cantidad de objetos parte de un conjunto. Cuando los cuervos detectan un solo objeto, en las imágenes de la actividad eléctrica cerebral se puede ver que se activa la neurona para el número uno. Si detecta dos objetos, se activa la del número dos, y así sucesivamente.
Ahora, al observar el cerebro de Corvus corone, Nieder y sus colegas han descubierto que las células nerviosas o neuronas de las aves codifican al «cero» como lo hacen con los otros números. Los patrones de actividad cerebral de las aves también apoyan la idea de que el cero cae antes que «1» en la «recta numérica mental» de los cuervos.
Las pruebas
Durante los experimentos, dos cuervos machos interactuaron con un monitor de computadora frente a ellos. En las pruebas que debieron pasar, se les mostraba de cero a cuatro puntos negros. Dicha imagen de «muestra» fue seguida por una de «prueba» que contenía el mismo número de puntos o uno diferente. Los cuervos fueron entrenados para picotear la pantalla o mover la cabeza si las dos imágenes coincidían, y para permanecer quietos si no coincidían.
«Encontramos que los cuervos, después del entrenamiento, podían discriminar al cero de las otras numerosidades contables», afirmó Nieder.
No obstante, tanto en este estudio como otros anteriores, las aves confundían las cantidades cercanas entre ellas de manera más frecuente que las cantidades más divergentes. Por ejemplo, se equivocaban al ver una pantalla con dos puntos seguida de una de tres puntos y picotearla. Pero si observaban una pantalla de dos puntos seguida de una de cuatro, no se movían. Dicho fenómeno es conocido como el «efecto de distancia numérica«.
A causa de este efecto, los dos cuervos mezclaron la imagen vacía con la imagen de un solo punto, más a menudo que con imágenes de dos, tres o cuatro puntos, explicó Nieder. «Esto indica que tratan el conjunto vacío, no solo como ‘nada’ versus ‘algo’, sino realmente como una cantidad numérica«. En ese sentido, perciben los puntos cero como proximales a un punto.
Cerebro de pájaro
Las neuronas que registraron la actividad eléctrica durante las pruebas de comportamiento, se ubican dentro de una región conocida como palio. En las aves, las localizamos en la parte de su cerebro llamada telencéfalo y maneja las funciones cognitivas de alto nivel. Nosotros también lo poseemos, y una parte de este es la corteza del cerebro, la cual está formada por seis capas distintas de tejido nervioso. Sin embargo, el palio aviar no contiene capas y, en cambio, organiza las neuronas en grupos nucleares.
La región del palio de los cuervos que ha llamado la atención de los científicos recibe el nombre de nidopallium caudolaterale (NCL). En ella, las neuronas reciben la información sensorial, la procesan y la envían a las áreas del cerebro encargadas de las funciones motoras para coordinar los comportamientos físicos. En el experimento, subgrupos específicos de neuronas en el NCL de los cuervos incrementaban su actividad ante la aparición de cantidades específicas de puntos en la pantalla. Además, otro subconjunto de neuronas se activaba en respuesta a la pantalla en blanco
«Creo que inicialmente suena un poco loco preguntar si los animales entienden el cero, ya que es un número muy, muy especial, casi mágico, que tenemos», sostuvo Nieder. Por otro lado, agregó lo siguiente: «es un aspecto fascinante que la evolución obviamente encontrara diferentes formas anatómicas, de forma independiente, para equipar a esas aves y mamíferos con funciones cognitivas de alto nivel«.