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Científicos encuentran los “bloques constructores” de la vida en muestras de asteroide

El asteroide 101955 Bennu aparece en este mosaico de imágenes capturadas por la nave espacial OSIRIS-REx. Crédito: NASA/Goddard/Universidad de Arizona

En 2023, la sonda OSIRIS-REx volvió a la Tierra con un tesoro espacial: 121,6 gramos de polvo y rocas del asteroide Bennu. Pero esto no fue el final, sino el inicio de una increíble investigación científica.

El 29 de enero, la NASA presentó los primeros resultados del análisis de las muestras. Para sorpresa de todos, encontraron algo alucinante: Bennu tiene aminoácidos, las piezas básicas de las proteínas que forman la vida. En total, se hallaron 14 de los 20 aminoácidos esenciales para los seres vivos. Aunque esto no significa que haya vida en Bennu, sí refuerza la teoría de que los ingredientes para la vida llegaron a la Tierra en asteroides.

Pero eso no fue todo. También encontraron arcillas y salmueras, señales de que alguna vez hubo agua líquida. Estas sustancias solo se forman cuando el agua se evapora lentamente, lo que sugiere que el sistema solar primitivo tenía el entorno perfecto para formar los componentes básicos de la vida.

Los asteroides como Bennu son ventanas al pasado. Mientras los planetas cambian con el tiempo por el clima y la geología, estas rocas espaciales permanecen casi intactas. Son como cápsulas del tiempo que nos muestran cómo era el sistema solar hace miles de millones de años.

Además de los aminoácidos esenciales, las muestras también contenían 19 aminoácidos no biológicos y las cinco bases que componen el ADN y el ARN. También había amoniaco y formaldehído, que juntos pueden formar más aminoácidos. Es decir, Bennu tenía un cóctel químico perfecto para la formación de materiales esenciales para la vida.

Estas agujas, aproximadamente diez veces más delgadas que un cabello humano, son carbonatos de sodio (o carbonato de sodio) que contienen agua y que se encuentran en las muestras del asteroide Bennu. Crédito: Rob Wardell, Tim Gooding y Tim McCoy, Smithsonian

Otro hallazgo clave fue la presencia de materiales salinos. Esto indica que, en algún momento, el hielo de Bennu se derritió y se evaporó. Ese proceso permitió que se generaran muchas de las moléculas halladas en las muestras.

Este descubrimiento refuerza la idea de que los asteroides no solo trajeron agua a la Tierra, sino que también transportaban los ingredientes necesarios para la vida.

Traer las muestras a la Tierra fue solo el primer paso. Los científicos tenían que asegurarse de que no se contaminaran con la atmósfera terrestre. Para evitarlo, las extrajeron en una caja de guantes sellada y llenaron el contenedor con nitrógeno, un gas inerte.

Ahora, los científicos de distintas instituciones trabajan con las muestras. Así se evitan accidentes que puedan destruirlas y se garantiza que la investigación continúe por décadas, como ha sucedido con las muestras lunares del programa Apolo.

Uno de los grandes enigmas que surgió con el estudio de Bennu es la lateralidad de las moléculas. En la Tierra, la vida prefiere las moléculas «zurdas», pero en Bennu encontraron una cantidad equilibrada de moléculas zurdas y diestras.

Si los asteroides trajeron los ingredientes para la vida, ¿por qué en la Tierra solo se usan moléculas zurdas? La respuesta sigue siendo un misterio.

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