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Los caballos son más inteligentes de lo que en verdad creíamos 

Caballo de las montañas. / Playground

Un experimento ha revelado que los caballos pueden ser más inteligentes de lo que se creía, demostrando una capacidad para planificar. El estudio, publicado en Applied Animal Behaviour Science, sugiere que estos animales no solo son capaces de aprender y comprender reglas, sino también de aplicar una estrategia de costo-beneficio para obtener recompensas con el menor esfuerzo posible.

Carrie Ijichi, una científica equina de la Universidad Nottingham Trent, comentó que este estudio demuestra que los caballos son cognitivamente más avanzados de lo que se les ha dado crédito. Hasta la fecha, se han realizado pocos estudios sobre el aprendizaje en caballos, aunque algunos sugieren que pueden entender las consecuencias básicas de sus decisiones.

El estudio 

La etóloga Louise Evans y su equipo de la Universidad Nottingham Trent decidieron investigar si los caballos viven en el momento o si son capaces de prever lo que está por venir. Para ello, sometieron a 20 caballos a una prueba en la que se les ofrecía un premio si tocaban un objetivo representado por una tarjeta. 

Sin embargo, cuando el objetivo se presentaba junto con una luz, el premio no se otorgaba. La luz actuaba como una señal de «alto», pero los caballos continuaban tocando el objetivo, obteniendo la recompensa cuando la luz estaba apagada.

Este comportamiento podría interpretarse como una falta de comprensión del juego, pero los investigadores sugieren que hay varias razones alternativas. Entre ellas, que los caballos comprendieron la regla pero no tenían la capacidad de inhibir su comportamiento, que tomaron más tiempo para aprender la nueva señal, o que estaban aplicando de manera astuta una estrategia de costo-beneficio.

Para distinguir entre estas opciones, los investigadores introdujeron un «costo» en el experimento: una pausa de 10 segundos en la que no se otorgaba ninguna recompensa si el caballo tocaba incorrectamente la tarjeta mientras la luz de «alto» estaba encendida. 

Evans explicó que, aunque esperaban que el rendimiento de los caballos mejorara con la introducción de este castigo, les sorprendió la rapidez y la magnitud de la mejora.  

Los resultados

Esto sugiere que los caballos sabían desde el principio cuáles eran las reglas del juego, pero inicialmente ignoraban la señal de «alto» porque seguían recibiendo recompensas sin tener que esforzarse en evaluar la importancia de la luz.

Los resultados del estudio indican que los caballos pueden estar utilizando un tipo de aprendizaje denominado «aprendizaje basado en modelos», que se creía demasiado complejo para ellos. 

Según Ijichi, este descubrimiento cambia nuestra comprensión de las capacidades cognitivas de los caballos y sugiere que, aunque su corteza prefrontal está subdesarrollada en comparación con los humanos, deben estar utilizando otra área del cerebro para lograr resultados similares.

Este hallazgo destaca la importancia de no subestimar la inteligencia animal ni asumir que solo los animales con estructuras cerebrales similares a las nuestras son capaces de realizar tareas cognitivamente complejas. Entender mejor cómo piensan otros animales puede mejorar nuestras relaciones con ellos y su bienestar.

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