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Los astronautas varados en la ISS regresarán a la Tierra a bordo de una nave de SpaceX

Starliner llegando a la ISS. / Wikimedia Commons

Los dos astronautas estadounidenses, Barry «Butch» Wilmore y Sunita «Suni» Williams, quienes llegaron a la Estación Espacial Internacional (ISS) a bordo de la nave Starliner de Boeing, tendrán que prolongar su estancia en el espacio por seis meses más. 

El motivo de esta extensión es la decisión de la NASA de traerlos de regreso a la Tierra a bordo de una nave de SpaceX en lugar de la Starliner, que regresará sin tripulación debido a fallas en sus propulsores.

El administrador de la NASA, Bill Nelson, anunció que los astronautas regresarán en febrero, mientras que la Starliner lo hará antes, pero sin tripulación. «El vuelo espacial es riesgoso incluso en su forma más segura», señaló Nelson, subrayando que la decisión se tomó con la seguridad como prioridad. 

De esta manera, se podrá seguir recopilando datos sobre el rendimiento de la Starliner sin exponer a los astronautas a riesgos adicionales

Boeing y sus problemas 

Este desarrollo añade presión sobre Boeing, que ya ha enfrentado múltiples contratiempos con la Starliner. Originalmente, Wilmore y Williams debían pasar solo ocho días en órbita, pero debido a los problemas técnicos, su misión se ha extendido a un total de ocho meses. 

A pesar de los problemas, Nelson expresó su confianza en Boeing, asegurando que la empresa lanzará nuevamente la Starliner con tripulación a bordo en el futuro

Las complicaciones surgieron un día después del lanzamiento del 5 de junio, cuando se detectaron fugas de helio y fallos en los propulsores de control de reacción de la nave mientras se acercaba a la ISS

La NASA y Boeing trabajaron intensamente para diagnosticar y solucionar el problema, pero finalmente se tomó la decisión de no utilizar la Starliner para el regreso de los astronautas.

La NASA optó por una solución inusual: traer a los astronautas de regreso a bordo de una nave de SpaceX, que estaba programada para despegar en febrero como parte de la misión Crew-9. 

Este vehículo, que originalmente llevaría a cuatro astronautas, ahora transportará a solo dos pasajeros, con espacio adicional para efectos personales y trajes espaciales específicos para Wilmore y Williams. 

SpaceX al rescate  

El incidente es otro golpe a la imagen de Boeing, cuya división de aviación ha sido cuestionada en los últimos años por problemas de seguridad y control de calidad. Hace una década, la NASA contrató tanto a Boeing como a SpaceX para desarrollar naves que pudieran transportar astronautas hacia y desde la ISS, con el objetivo de tener siempre una opción de respaldo. 

Sin embargo, SpaceX ha sido la única empresa que ha cumplido consistentemente, mientras que Boeing ha enfrentado repetidos retrasos y desafíos técnicos con la Starliner.

El vuelo de este año, que debía ser la última prueba antes de que la Starliner entrara en operación regular, ha dejado en claro que Boeing aún tiene mucho trabajo por delante para ponerse al día con su competidor.

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