Icono del sitio Robotitus

Los agujeros negros protagonizan la celebración del Premio Nobel de Física de este año

(Nicklas Elmehed)

Tres grandes investigadores, Roger Penrose, Reinhard Genzel y Andrea Ghez, ganaron hoy el Premio Nobel de Física por mejorar nuestra comprensión de los agujeros negros, aquellas masivas estructuras que todavía siguen desafiando nuestro entendimiento del universo.

Penrose, científico británico de la Universidad de Oxford, recibió la mitad del premio. Él descubrió que la teoría de la Relatividad General de Albert Einstein predice la formación de agujeros negros.

Por otro lado, tanto Genzel, del Instituto Max Planck en Alemania, como Ghez, de la Universidad de California en Los Angeles, recibieron la otra mitad. Ambos fueron responsables del descubrimiento del agujero negro supermasivo en el centro de nuestra galaxia.

El Comité Nobel se refirió a estos objetos astrofísicos como “uno de los objetos más exóticos del universo” y que “todavía plantean muchas preguntas que piden respuestas y motivan la investigación futura”.

Roger Penrose

Roger Penrose (1931). por el descubrimiento de que la formación de agujeros negros es una sólida predicción de la teoría general de la relatividad. (Nicklas Elmehed)

Penrose, de 89 años, demostró en 1964 que la formación de agujeros negros era posible, basándose en gran medida en la Relatividad de Einstein. Es importante resaltar que incluso este último no pensaba que existieran.

Según Martin Rees, astrónomo real británico, Penrose desencadenó un “renacimiento” en el estudio de la relatividad en la década de 1960. Junto a Stephen Hawking, sentó las bases para una descripción matemática de los agujeros negros.

«Penrose y Hawking son las dos personas que han hecho más que nadie desde Einstein para profundizar nuestro conocimiento de la gravedad», dijo Rees. «Lamentablemente, este premio se retrasó demasiado para permitir que Hawking compartiera el crédito».

Esto se debe a que Hawking falleció en 2018 y los premios Nobel solo se otorgan a los vivos.

Genzel y Ghez

Reinhard Genzel (1952), por el descubrimiento de un objeto compacto supermasivo en el centro de nuestra galaxia. (Nicklas Elmehed)

Genzel y Ghez, por otro lado, ganaron porque demostraron que los agujeros negros no solo existen en papel, sino que son reales. Ambos encontraron uno de una masa monstruosa en el centro de nuestra galaxia: la Vía Láctea.

En la década de 1990, cuando ambos por separado apuntaron hacia esta región, encontraron una estructura masiva. Lo que observaron fue un agujero negro supermasivo de 4 millones de masas solares.

Andrea Ghez (1965), for the discovery of a supermassive compact object at the centre of our galaxy. (Nicklas Elmehed)

Aunque para muchos estos descubrimientos no parecen tener una aplicación práctica aparente, “¿existe una aplicación práctica para la Novena Sinfonía de Beethoven?», preguntó Brian Greene, físico teórico.

El premio Nobel viene con una medalla de oro y más de 1,1 millones de dólares. En los próximos días se darán a conocer los ganadores del premio Nobel de Química, Literatura, Paz y Economía.

Salir de la versión móvil