Investigadores franceses han descubierto que las plantas están adaptándose a la disminución de los insectos, recurriendo cada vez más a la autopolinización. El estudio, publicado en New Phytologist, indica un cambio significativo en un proceso evolutivo con 100 millones de años de historia.
Una planta particular
Los científicos del Centro Nacional Francés de Investigaciones Científicas (CNRS) y la Universidad de Montpellier, se enfocaron en pensamientos de campo (Viola arvensis). Compararon especímenes modernos con aquellos cultivados a partir de semillas recolectadas hace décadas.
Los resultados revelaron un aumento del 27% en las tasas de autopolinización como respuesta a la disminución del número de polinizadores. Este cambio en la estrategia reproductiva se manifiesta en flores más pequeñas y menos vistosas, una menor producción de néctar y menos atractivo para insectos como los abejorros.
Los pensamientos de campo actuales tienen flores un 10% más pequeñas que las de hace 20 o 30 años, y su producción de néctar ha disminuido en un 20%. Esto resulta en una menor atracción de insectos y crea un circuito de retroalimentación: a medida que las plantas invierten menos en rasgos atractivos para los insectos, las poblaciones de estos últimos, ya en declive, tienen menos incentivos para visitar las plantas.
A pesar de estos cambios, otros aspectos de los pensamientos de campo, como el tamaño de las hojas y de la planta en general, se han mantenido constantes. Esto sugiere que el principal cambio evolutivo es el avance hacia la autosuficiencia reproductiva.
Cambio de hábitat
La rápida evolución floral está bien documentada, pero este estudio resalta el riesgo de endogamia debido a la autopolinización, lo que podría reducir la diversidad genética y amenazar la supervivencia de especies vegetales.
Este cambio en la reproducción vegetal es una respuesta directa a los cambios ambientales causados por la actividad humana, que ha llevado a la pérdida de hábitat y la disminución de insectos debido al cambio climático.
Los autores enfatizan la necesidad urgente de preservar las especies de insectos, protegiendo sus hábitats y abordando el cambio climático para evitar un mayor declive de los polinizadores.
El estudio advierte sobre un ciclo de retroalimentación ecoevolutiva con implicaciones de amplio alcance para los ecosistemas naturales. La preocupante adaptación de las plantas a la autopolinización podría acelerar aún más la disminución de los polinizadores.
Además, demuestra la rápida evolución de los sistemas de apareamiento de las plantas frente a los cambios ambientales, subrayando la interconexión de los ecosistemas y el profundo impacto de las actividades humanas en la naturaleza.