Para algunos, puede tratarse de un fenómeno muy reciente, pero las criptomonedas se lanzaron en el año 2009 y desde entonces han alcanzado un valor de más de 2 billones de dólares.
Aunque la inversión en criptomonedas gana cada vez más intrépidos, no deja de ser altamente especulativa. Quizá «intrépido» no sea la mejor palabra para describir a estos inversionistas, al menos así lo indica un estudio publicado en Personality and Individual Differences.
En este, investigadores realizaron una encuesta para averiguar qué tipo de personas están dispuestas a correr el riesgo de entrar en el mundo de las criptomonedas. Concretamente, analizaron la relación entre los rasgos de personalidad de la «tétrada oscura» y las actitudes hacia la moneda digital.
Rasgos oscuros de la personalidad
La tétrada oscura hace referencia a cuatro rasgos de personalidad: narcisismo, maquiavelismo, psicopatía, y sadismo. Inicialmente los tres primeros eran conocidos como la «tríada oscura». Estos se caracterizan por su componente egoísta y carente de empatía, y están relacionados con las conductas riesgosas.
Las características de este mercado, son particularmente atractivas para dos tipos de personas: aquellas que disfrutan de las apuestas y quienes desconfían del gobierno (ya que no son como las divisas tradicionales).
Con esto en mente, los autores del estudio encuestaron a 566 personas sobre su personalidad y actitud hacia los activos digitales, si consideraban invertir o no en ellos. El 26% de participantes informó que posee criptomonedas y el 64% consideraba una inversión.
Con pruebas psicológicas estándar, los especialistas midieron los rasgos de la tétrada oscura para conectarlos con aptitudes como el miedo a perderse de algo que los demás hacen, la positividad y la tendencia a creer en teorías de la conspiración.
Narcisistas y maquiavélicos
Los datos mostraron que los «rasgos oscuros» impulsan la compra de criptomonedas, no solo el deseo de generar riqueza. Las personas que califican alto en el rasgo de maquiavelismo son buenas para el engaño y la manipulación. Los llamados maquiavélicos, son calculadores y evitan decisiones impulsivas e improvisadas. Por lo tanto, es poco probable que decidan invertir en una moneda digital. Sin embargo, los maquiavélicos también tienden a creer firmemente en las conspiraciones, de forma que podrían inclinarse hacia una divisa no gubernamental.
Los narcisistas, en cambio, se caracterizan por su egocentrismo y sentirse superiores; son muy confiados y toman decisiones arriesgadas. Esto, sumado al positivismo, hace que decidan invertir en criptomonedas.
Sobre la psicopatía, es decir, insensibilidad, impulsividad y ser antisocial, los autores escriben que se traduce en resistencia al estrés y la ansiedad. Como consecuencia, los psicópatas gustan de la búsqueda de estimulación y asumen riesgos constantemente. Estas personas son propensas a los juegos de azar y la ludopatía. Según los resultados, a los psicópatas impulsivos les atraen las criptomonedas porque no quieren perder las recompensas que otros podrían experimentar.
Los sádicos, son personas que disfrutan del sufrimiento de otros, son crueles y agresivos. Ellos tampoco quieren perderse de las recompensas de la inversión, quizá porque el placer de ver a otros perder es un comportamiento muy egoísta.
No obstante, a diferencia de los narcisistas, los especialistas concluyen que los sádicos carecen de positividad sobre sus perspectivas, anulando el posible gusto por las criptomonedas.
Finalmente, en The Conversation, los investigadores explican que los resultados no quieren decir que todos los inversores de activos digitales tienen personalidades oscuras como las 4 anteriores. Principalmente analizaron a un conjunto de personas interesadas en este mercado y que exhibían dichos rasgos de personalidad. El objetivo del estudio fue conocer los rasgos oscuros detrás de la predisposición por las criptomonedas. Así pues, un titular de criptomonedas, podría o no exhibir estos rasgos. Si deseas salir de dudas, puedes realizar la prueba de rasgos oscuros.