A pesar de ser uno de los animales más reconocibles, la ciencia no sabía mucho sobre el comportamiento de las jirafas. Ahora, una investigación ha encontrado que estos adorables animales son una especie muy compleja y social. Los detalles fueron publicados en Mammal Review.
Hasta hace unas décadas se creía que las jirafas eran socialmente distantes, y no formaban vínculos duraderos con sus compañeros más que de manera casual. Pero la investigadora Zoe Muller y su equipo de la Universidad de Bristol sugiere que las jirafas (Giraffa camelopardalis) han sido malinterpretadas.
“Lo más sorprendente para mí es que ha tardado hasta 2021 el reconocer que las jirafas tienen un sistema social complejo”, dijo Muller a CNN. “Hace décadas que conocemos otras especies de mamíferos socialmente complejos, como elefantes, primates y cetáceos”, añadió.
El estudio
Los científicos revisaron 404 artículos y encontraron que las jirafas parecen tener una sociedad matrilineal. Las hembras de la especie mantienen relaciones a largo plazo con otras hembras y su propia descendencia.
Las jirafas forman vínculos estrechos entre las hembras y sus crías, que a veces son atendidas por otras hembras en una especie de guardería. Ellas incluso muestran angustia cuando muere una cría del grupo, aunque no sea la suya. Sin embargo, las jirafas macho solo se asocian de manera consistente con sus madres.
Según los autores, desde 2010 ha resurgido el interés por estos gráciles gigantes. El uso de cámaras digitales y una mejor tecnología de seguimiento contribuyeron a entender mejor a las jirafas.
Comprender mejor su comportamiento será de ayuda para los esfuerzos que buscan asegurar su supervivencia. El número de jirafas ha disminuido en un 40% desde 1985, señala el estudio, y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza las clasifica como vulnerables.
El efecto abuela
Uno de los hallazgos más importantes es que las jirafas parecen mostrar también la “hipótesis de la abuela”. De acuerdo con esta idea, algunos animales sobreviven mucho más allá de sus años reproductivos para garantizar que sus nietos prosperen. Este fenómeno solo se ha observado en pocas especies. orcas, elefantes y, seres humanos.
Descubrieron que las jirafas hembras pasaban hasta el 30% de sus vidas «en un estado post-reproductivo». Similar a los elefantes y las orcas, con el 23% y 35% de su vida en este estado respectivamente.
“Mi sugerencia es que las ‘abuelas’ de las jirafas probablemente juegan un papel importante en la supervivencia de los miembros del grupo relacionados”, afirmó Muller. “Es probable que las abuelas sean depositarias de conocimiento para el grupo, pero también jueguen un papel importante en el cuidado de las crías y la crianza conjunta de los jóvenes”.
La investigadora asimismo señaló que más estudios son necesarios a fin de comprender el papel que desempeñan las jirafas hembras mayores. Algunas pueden vivir durante casi tres décadas, y se desconoce cuáles son los beneficios para la supervivencia de sus crías y de su sociedad en general.