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Las infecciones fúngicas resistentes a los medicamentos están avanzando, advierte estudio

Aspergillus fumigatus, a menudo resistente a los azoles y difícil de tratar / Jos Houbraken, WI-KNAW

En un contexto donde la resistencia a los antibióticos se ha convertido en una crisis de salud global, causando la muerte de casi 5 millones de personas anualmente, los científicos advierten que no es el único riesgo que enfrenta la humanidad

Un nuevo estudio publicado en la revista The Lancet señala que las infecciones fúngicas están evolucionando más allá de la capacidad de los medicamentos actuales, lo que está causando una “pandemia silenciosa” que debe ser abordada con urgencia. 

El otro problema 

Norman van Rhijn, biólogo molecular de la Universidad de Manchester, junto con un equipo internacional de científicos, ha alertado sobre el creciente riesgo de los patógenos fúngicos y la resistencia a los antifúngicos, un tema que, según afirman, ha sido desatendido en el debate global sobre la resistencia a los antimicrobianos.

En septiembre, la Organización de las Naciones Unidas organizará una reunión en Nueva York para discutir la resistencia antimicrobiana, que incluye no solo bacterias, sino también hongos, virus y parásitos. 

Antes de este evento, Van Rhijn y sus colegas instan a los gobiernos, la comunidad científica y la industria farmacéutica a prestar más atención a las infecciones fúngicas, que a menudo quedan fuera de las iniciativas para combatir la resistencia a los antimicrobianos.

Las infecciones fúngicas ya afectan a 6.5 millones de personas al año y causan 3.8 millones de muertes. Los investigadores advierten que si no se toma acción inmediata, estas infecciones podrían volverse aún más peligrosas. 

Entre las especies fúngicas más preocupantes están Aspergillus fumigatus, que afecta el sistema respiratorio, Candida, causante de infecciones por hongos, y Trichophyton indotineae, que infecta la piel, el cabello y las uñas. 

Riesgo 

Los más vulnerables a estas infecciones son los ancianos y las personas inmunodeprimidas. Los hongos son organismos más complejos que las bacterias o los virus, lo que dificulta el desarrollo de medicamentos que puedan eliminar las infecciones sin dañar las células humanas.

Actualmente, solo existen cuatro clases de antifúngicos sistémicos, y la resistencia es cada vez más común. A pesar de algunos avances en las últimas décadas, el desarrollo de nuevos antifúngicos se enfrenta a un obstáculo adicional: el uso de fungicidas por parte de la industria agroquímica, lo que provoca resistencias cruzadas en los patógenos críticos.

El dilema, señalan los investigadores, es cómo equilibrar la seguridad alimentaria —que requiere protección antifúngica en la agricultura— con la necesidad de tratar infecciones resistentes en humanos. 

Proponen un acuerdo global para limitar ciertos antifúngicos a usos específicos, acompañado de regulaciones que equilibren la producción de alimentos con la salud pública. 

La próxima reunión de la ONU en septiembre debe marcar el inicio de un enfoque coordinado y diverso para enfrentar la resistencia a los antimicrobianos, concluyen los científicos. 

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