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La siguiente generación de tratamientos contra el cáncer se desarrollará en el espacio

Estación Espacial Internacional / NASA

La inmunoterapia, una técnica prometedora contra el cáncerpodría experimentar una revolución gracias a la intervención de la microgravedad espacial

Tradicionalmente, este tratamiento requiere largas estancias hospitalarias para la administración intravenosa de medicamentos, un proceso invasivo y doloroso. La solución propuesta, la inyección subcutánea, se ve limitada por la alta viscosidad de las concentraciones necesarias de fármacos.

 

Astrofabricación

BioOrbit, una empresa fundada en 2023 por Katie King, una apasionada de la nanomedicina y el espacio, promete cambiar este paradigma.  La clave radica en la cristalización de las proteínas de los medicamentos. 

En la Tierra, este proceso es casi imposible sin obtener cristales imperfectos; sin embargo, en el espacio, la ausencia de gravedad permite obtener cristales perfectos, reduciendo la viscosidad y facilitando su administración.

Después de un programa en la Universidad Internacional del Espacio, King y su equipo identificaron el potencial de la cristalización en microgravedad. Con el respaldo de la Agencia Espacial Europea, BioOrbit planea llevar este concepto a la práctica, comenzando con pruebas en la Estación Espacial Internacional el próximo año y, para 2025, una segunda misión en colaboración con un socio farmacéutico.

Aunque grandes farmacéuticas como Bristol Myers Squibb y Merck ya exploran el desarrollo de fármacos en el espacio, BioOrbit aspira a optimizar y escalar comercialmente este proceso, según destaca Li Shean Toh, de la Universidad de Nottingham, especialista en astrofarmacia.

 

Nuevas regulaciones

A pesar del prometedor futuro, existen desafíos como la regulación y la calidad asegurada de estos medicamentos producidos en microgravedad. Por eso, investigadores como Toh proponen una versión sanitaria del Tratado del Espacio Exterior para desarrollar el derecho espacial internacional.

Con la mira puesta en establecer una instalación permanente en el espacio para la ciencia, la investigación y la manufactura, BioOrbit y King se aventuran en un territorio desconocido, potencialmente transformando las fábricas farmacéuticas terrestres en emprendimientos extraterrestres. En el futuro, los medicamentos contra enfermedades graves podrían tener un origen no solo científico, sino también espacial.

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