El telescopio espacial Hubble de la NASA ha confirmado el núcleo de cometa helado más grande jamás visto por los científicos. Los hallazgos se informaron en The Astrophysical Journal Letters.
Los astrónomos de la Universidad de California (UCLA) encontraron que el núcleo del cometa C/2014 UN271 (Bernardinelli-Bernstein) es unas 50 veces más grande que el de la mayoría de los cometas. Tiene aproximadamente 140 kilómetros de diámetro y su masa se estima en unos gigantescos 500 billones de toneladas.
«Este cometa es literalmente la punta del iceberg de muchos miles de cometas que son demasiado débiles para ser vistos en las partes más distantes del sistema solar», comentó David Jewitt, astrónomo de la UCLA. «Siempre sospechamos que este cometa debía ser enorme porque es muy brillante a una distancia tan grande. Ahora confirmamos que lo es», agregó.
C/2014 UN271
El cometa C/2014 UN271 fue descubierto por los astrónomos Pedro Bernardinelli y Gary Bernstein utilizando imágenes de archivo del Observatorio Interamericano Cerro Tololo. Las observaciones al cometa comenzaron en 2010, cuando estaba a 5 mil millones de kilómetros del Sol, y desde entonces ha sido minuciosamente estudiado.
La NASA señala que fue un desafío medir el núcleo del cometa pues estaba demasiado lejos para que el telescopio Hubble determinara su tamaño. Eso se solucionó mediante un modelo de computadora que ajustaba las imágenes de la luz brillante del cometa obtenidas con el telescopio.
A pesar de viajar a 35,000 km/h, el cometa masivo aún proviene del borde del sistema solar. Según la NASA nunca se acercará a más de 1.5 mil millones de kilómetros del Sol, e incluso eso no ocurrirá hasta 2031.
En ese sentido, tenemos casi una década para mejorar las oportunidades de observación, y así aprender más sobre C/2014 UN271. Esa tecnología también nos servirá para observar otros objetos similares. El anterior poseedor del récord del núcleo de cometa más grande era el C/2002 VQ94 con aproximadamente 96 kilómetros de diámetro.
Nube de Oort
C/2014 UN271 proviene de la poco conocida Nube de Oort. Esta es una gigantesca dispersión esférica de objetos helados propuesta para rodear al Sol en los tramos más profundos y distantes de nuestro sistema solar.
La Nube de Oort está tan lejos y es tan difícil de detectar que es básicamente un gigantesco misterio hipotético. A pesar de eso, los astrónomos la consideran una de las estructuras más grandes del sistema solar.
C/2014 UN271 es uno de esos objetos, y nos dice mucho sobre la existencia de las masas congeladas ‘prístinas’ que componen la estructura. Se cree que estos se formaron temprano en el sistema solar interior. Luego, fueron arrojados a los bordes exteriores por los efectos gravitatorios de planetas gigantes como Júpiter y Saturno. De alguna forma, somos afortunados por poder apreciar cada vez más a esa tremenda roca.