Un equipo de científicos chinos acaba de encontrar, con ayuda de una inteligencia artificial, que hay más de 100.000 cráteres en la Luna. Esto es mucho más que los 9.137 oficialmente reconocidos por la Unión Astronómica Internacional (UAI).
«Es la base de datos de cráteres lunares más grande con extracción automática para las regiones de latitudes medias y bajas de la luna«, explicó Chen Yang, autor del estudio.
El estudio, que identifica una docena de veces más cráteres en la superficie lunar, fue publicado en Nature Communications.
Más cráteres en la Luna
Los cráteres de impacto, formado por impactos de meteoritos, cubren la mayor parte de la superficie de la Luna. Debido a que no se degradan con facilidad, pueden considerarse como una especie de “fósiles”. En otras palabras, son “una ventana a la historia dinámica del sistema solar”, explicó Yang.
Sin embargo, estos cráteres pueden variar de forma y tamaño, pueden superponerse y erosionarse con el tiempo. Esto hace que identificarlos y fecharlos no sea tarea fácil.
Como alternativa, el equipo de Yang abordó el problema con ayuda de una inteligencia artificial. De manera específica, los científicos usaron una red neuronal profunda, la cual entrenaron con datos de 7.895 cráteres identificados previamente y 1.411 cráteres fechados.
Con esto, la red se aplicó a los datos recopilados por los orbitadores lunares Chang’e-1 y Chang’e-2, revelando 109,956 cráteres adicionales en la superficie de nuestro satélite natural.
«El aprendizaje automático se puede utilizar para detectar cráteres en la luna«, dijo Yang.
Los cráteres identificados en el estudio tienen un tamaño de 1 a 100 kilómetros de diámetro. Aunque a escalas terrestres parecen bastante grandes, entran en la clasificación de “pequeño” a “mediano”. Esta es la razón por la cual no habían sido previamente identificados.
El algoritmo también identificó la fecha en la que se formaron casi 19.000 de estos cráteres, analizando tamaño y profundidad. De esta manera, algunos incluso se remontan a aproximadamente 4.000 millones de años.
¿Qué sigue?
El equipo espera mejorar su algoritmo al alimentarlo con los datos del Chang’e 5, la sonda China que retornó hace unos días con éxito a la Tierra. Con esta nave, la nación asiática se convirtió en el tercer país en traer muestras lunares al planeta.
El trabajo no quedará ahí. Posteriormente, el equipo desea aplicar su red neuronal a otros cuerpos del sistema solar como Marte.